Luis Zueco: "Quizá vivimos un cambio de época y no nos damos cuenta"

El escritor aragonés acaba de publicar ‘El mercader de libros’ (Penguin Random House), una novela histórica llena de acción y misterio

El escritor Luis Zueco, en su estudio en la localidad de Bulbuente, fotografiado por su mujer, Elena Real.
El escritor Luis Zueco, en su estudio en la localidad de Bulbuente, fotografiado por su mujer, Elena Real.
Elena Real

El escritor aragonés Luis Zueco acaba de publicar 'El mercader de libros', una novela histórica llena de acción y de misterios, ambientada en el siglo XVI. Abandona así su época más querida, la Edad Media, para adentrarse en la Edad Moderna. Su trilogía integrada por 'El castillo', 'La ciudad' y 'El monasterio', ambientada en Aragón y con traducciones en italiano, portugués y polaco, le ha convertido en una referencia internacional dentro de la novela histórica. Cuando la editorial Penguin Random House preparaba el lanzamiento de 'El mercader de libros', con presentaciones en varias ciudades españolas, llegó el estado de alerta y todo se suspendió. 

¿Cómo combate el aislamiento?

Escribiendo. No creo que vaya a tener otro mes o mes y medio así en la vida, así que estoy empezando una nueva novela. ¡Igual la acabo en este tiempo!

Usted es escritor, traducido al italiano, polaco y portugués, pero, también, empresario hostelero. La casa rural del castillo de Grisel está...

Cerrada, obviamente. Antes de que se decretara el estado de alerta ya estábamos cancelando reservas. Tenemos todo vacío hasta final de mayo y, tal como avanza la cosa, ni hago planes ni abrigo esperanzas. Para el sector hostelero esto va a ser durísimo.

Acaba de publicar una novela histórica, ‘El mercader de libros’, y ha tenido que suspender las presentaciones por el coronavirus.

El momento es paradójico, sí. Parece que invita a leer, y todos tenemos siempre libros pendientes, pero precisamente ahora resulta difícil comprarlos. Aún en grandes superficies y quioscos se puede encontrar algo, pero para las librerías pequeñas esto va a ser también un drama.

Los psicólogos dicen que leer ayuda a paliar la ansiedad y los neurólogos que genera endorfinas.

Leer siempre es positivo, no solo cuando estamos confinados. Siempre nos aporta algo.

‘El mercader de libros’ arranca en 1517, no en la Edad Media como sus libros anteriores. Y está ambientada fuera de Aragón.

La novela discurre en muchos lugares, y aunque Sevilla es más protagonista, también aparece Zaragoza. Y el personaje que desata la búsqueda del libro sobre el que gira el argumento es un aragonés. En este caso, me ha costado más la labor de documentación, que me ha ocupado más de un año. Pero me gusta mucho la Edad Media. Su final, para nosotros, siempre ha sido 1492, con el descubrimiento de América. Pero para otras historiografías la fecha no está tan clara. Últimamente se viene aceptando que acabó en torno a 1453, con la invención de la imprenta.

Una revolución.

Enorme. Los libros han cambiado la historia de la humanidad. En la Edad Media eran objetos muy elitistas, caros y escasos, y con la imprenta empezaron a producirse en cantidades nunca imaginadas hasta entonces. La gente se volvió más sabia y, por lo tanto, más crítica. Los libros ayudaron también a acabar con algunas historias falsas que circulaban, sobre todo desde el Descubrimiento.

Es curioso. Lo que dice es lo mismo que nos ha traído internet hace unos años.

En buena parte sí, claro. Hace treinta años todo el mundo tenía una enciclopedia en casa y eso que costaban un dineral. Hoy, casi nadie, porque con internet tenemos acceso a un volumen de información enorme. Quizá ahora estamos viviendo un cambio de época y no nos damos cuenta.

Una clave de la novela es el atractivo de su protagonista, Thomas.

Quería que fuera un personaje de la época. Hoy todos estamos especializados, pero no era así en el siglo XVI, un momento histórico en el que había personajes muy curiosos. Cervantes, por ejemplo, fue recaudador de impuestos, soldado, escritor... Quería utilizar un personaje así y ubicarlo en la Sevilla del siglo XVI.

Que entonces era la capital del mundo.

Claro. Si querías viajar a América tenías que ir a Sevilla.

En la novela tiene un papel importante la Colombina, la mayor biblioteca de Occidente, creada por el hijo de Colón.

Hernando Colón era un hombre muy práctico. Quería una biblioteca que fuera útil y moderna, por eso no buscaba libros raros: aspiraba a tener todos, absolutamente todos, los libros que se publicaran. Llegó a tener 20.000 volúmenes, aunque hoy solo se conservan 5.000.

Y usted, ¿es bibliófilo?

Un poco sí. Tengo muchísimos libros pero no especialmente raros. Eso sí, me gusta tenerlos dedicados por su autor. De hecho, casi todos los que tengo llevan la firma de quien los ha escrito.

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