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Los festivales de La Almunia, Fuentes y Zaragoza harán una gran gala conjunta
Se baraja que se conmemoren los 25 años de los certámenes el 18 de diciembre en el Principal. Sus directores se han reunido con las instituciones
El 2020, de manera muy especial, será el año del cine aragonés. El año del primer cuarto de siglo de tres festivales que han llegado mucho más lejos de donde habían imaginado en el mejor de sus sueños. Lo celebrarán por todo lo alto: no solo con el programa específico de cada certamen –en mayo, tendrá lugar el Fescila de La Almunia de Doña Godina; en noviembre, la Scife de Fuentes de Ebro, y en diciembre, el Festival de Cine de Zaragoza (FCZ)–, sino con varios actos en común (proyecciones, talleres, debates, rodajes) que tendrán como punto culminante una gala conjunta el 18 de diciembre en el Teatro Principal, si se llega a un acuerdo definitivo con el Patronato de Artes Escénicas.
Los directores José Antonio Aguilar (Scife), Carmen Pemán (Fescila) y José Luis Anchelergues (FCZ) tienen clara una cosa: «Hemos servido de escaparate, lugar de exhibición, de convivencia y de promoción del sector audiovisual aragonés, eso es innegable, y además hemos apostado por el cortometraje y hemos fomentado la autoestima», coinciden los tres.
La fiesta de la complicidad
José María Pemán, que fue fundador y director de Fescila durante 17 años, matiza: «Los festivales, que han sido pioneros en la provincia, consolidado el certamen de Huesca, han creado afición: han apoyado los oficios del cine y han creado un público que asiste, cualquier día de la semana, a la proyección de cortos. Y eso es muy emocionante». Anchelergues, ‘Archi’, dice: «Nosotros nacimos al margen de la concejalía de Cultura, vinculados con Juventud. Por eso el festival se llamó de Jóvenes Realizadores. Hemos hecho una lista no totalizadora de gentes del sector, de todas las especialidades, con premios Goya, amplias trayectorias, etc., y salen más de 300 personas. Cuando vas a otros festivales, te reconocen, te presentan y se convierten en embajadores del certamen y la ciudad», declara.
José Antonio Aguilar apunta: «A veces parece que no nos demos cuenta, pero han pasado muchas cosas. Tenemos más de 200 cineastas, hay equipos, ilusión, camaradería. La Scife es también un proyecto que contagia la cultura de modo muy transversal en el mundo rural. Otra de las cosas relevantes que han pasado es que las instituciones se han comprometido en serio con el cine. Creen en él y eso es un triunfo».
Reuniones y equipos jóvenes
De cara a ese gran proyecto conjunto, del que nadie quiere avanzar nada aún, los tres festivales se han reunido con los tres ayuntamientos, La Almunia, Fuentes y Zaragoza, con la Diputación de Zaragoza y con el Gobierno de Aragón. «Quedan flecos sueltos, bastantes, pero hemos visto la mejor disposición», apunta Aguilar. Carmen Pemán dice: «Cada festival tiene su personalidad y sus ambiciones, pero lo mejor de todo es que jamás hemos tenido rivalidad, ni competencia, ni hubo disputas o desencuentros. La unión hace la fuerza. Todos recorremos el camino y nos encontramos en él». Archi aporta: «Eso es infrecuente en una tierra donde dicen que es muy difícil entenderse, pero lo tenemos claro. Celebramos los 10 , 15 y 20 años. Ganamos todos». Aguilar apostilla: «Juntos sumamos y queremos seguir así».
Entre las conclusiones conjuntas que se manejan, se impone una: lo poco que había en 1996 y lo mucho que hay en 2020. «Cuando empezamos ya habían llegado algunos nombres, como Miguel Ángel Lamata, por ejemplo, pero muy poco más. Ahora miramos, vemos los equipos, repasamos los premios y los cortos, y vemos el salto. ¡Cuánto se ha hecho y cuántos han dado el paso al largometraje!», dice Aguilar.
Carmen Pemán explica el eco social y la participación: «Nosotros contamos con unas 30 personas todo el año. En la edición de 2020 apostaremos por la presencia de la mujer en el cine: no solo en la dirección, sino en la producción, montaje, maquillaje, fotografía», dice. Su padre matiza: «En este momento, creo que como contagio del festival en La Almunia hay 20 jóvenes que se dedican al cine. Yen Fuentes pasa algo semejante».
DE FLORIÄN REY A LOS OFICIOS DEL CINE
Fescila de La Almunia. Los Pemán recuerdan cómo empezó el festival en 1996: fue a través de la recién creada Asociación de Amigos de Florián Rey. «A todos nos sonaba el nombre de Florián Rey, sabíamos quién era, pero quisimos saber más. Para la evolución del certamen, que arrancó con Santiago Segura, famoso por ‘El día de la bestia’, fue clave la visita de Imperio Argentina al festival», dicen.
La Scife de Fuentes. José Antonio Aguilar recuerda que todo empezó, tras la celebración del centenario del cine, en 1996, y una exitosa sesión de un cine-fórum. El pueblo se volcó y ha contado con un espacio donde luce muy bien la alfombra roja:el cine de la parroquia. El certamen se consolidó y la gente lo vive como algo coral. «Han calado entre los jóvenes los oficios del cine», dice Aguilar.
El festival generalista. En Zaragoza, todo empezó en tiempos de Ricardo Mur como concejal al que pertenecía Juventud. El Festival de Jóvenes Realizadores partió de la Asociación El Gallinero, con José Luis Anchelergues y José Miguel Bruna a la cabeza. Aunque el actual FCZ empezó centrado en el corto, luego se fue abriendo y ahora es el «el certamen más generalista de la ciudad», dice Archi.
