Videojuegos
'Dreams', el juego de los sueños infinitos
Este exclusivo para PS4 es, más que un juego, una potente herramienta para crearlos y compartirlos.
Cuando entras por primera vez en ‘Dreams’, la sensación es como la de estar en un salón de recreativos de los de antaño, con cientos de juegos de todos los géneros al alcance de la mano y, lo mejor de todo, sin tener que pagar cinco duros. Juegos de carreras, de disparos, de plataformas e incluso aventuras gráficas abarrotan un universo lúdico que parece infinito y que, al menos de momento, está en constante crecimiento.
Porque, en realidad, lo que Media Molecule ha creado no es un juego, sino un creador de juegos. Es cierto que ‘Dreams’ cuenta con una pequeña historia de dos horas de duración, en la que nos sumergimos en los sueños de Art, un contrabajista venido a menos y atormentado por sus miedos, desamores e inseguridades, que se reflejan en pequeñas aventuras plagadas de personajes fantásticos y retos a menudo estrambóticos. Pero en realidad, este falso ‘modo historia’ solo pretende ser una muestra de las posibilidades del ‘modo creación’ de ‘Dreams’.
Tras finalizar ‘El sueño de Art’, el jugador podrá acceder a un catálogo repleto de juegos de todo tipo creados por la comunidad. Este prolífico repertorio ha sido posible gracias a que el juego ha disfrutado de un largo periodo de acceso anticipado para los ‘creadores-soñadores’.
La mayoría de estas creaciones son sencillas, se pueden completar en unos pocos minutos y muchas están plagadas de errores. Otras, sin embargo, están cuidadas hasta el más mínimo detalle. Algunas son borrosas ensoñaciones con locos desenlaces y otras recreaciones hiperrealistas, que resultan más una experiencia para dejarse llevar y disfrutar, que un juego con el que interactuar.
Si el ‘modo juego’ es abrumador por su oferta, el ‘modo creación’ lo es por sus posibilidades. Tras unas cuantas horas de tutoriales de creciente dificultad, el ‘creador-soñador’ se enfrentará a un infinito abanico de posibilidades cuyos únicos límites serán su imaginación y su habilidad para plasmar sus sueños originales o modificar a su gusto lo que otros ‘soñadores’ hayan creado.
