literatura

Cálamo entregó sus premios más europeos

La librería distinguió en Caja Rural de Aragón a Irene Solà, a Tatiana Tibuleac y a Theodor Kallifatides, y reconoció la labor de los traductores profesionales.

Premios Cálamo.
Los tres ganadores: Tatiana Tibuleac, Theodor Kallifatides e Irene Solà.
Toni Galán.

"Nos han salido unos premios muy europeos, con tres generaciones de escritores. Queremos reivindicar más que nunca los valores de la ilustración, que en estos tiempos tan convulsos están siendo puestos en cuestión, y de Europa con toda su riqueza lingüística y su riqueza cultural que nos ha construido a nosotros tal como somos", dijo Paco Goyanes, dueño con Ana Cañellas de la librería Cálamo que concede cada año sus premios literarios en la rueda de prensa donde se presentaban los galardonados de la XIX edición: ‘Canto yo y la montaña baila’ de Irene Solà (Otra Mirada, 2019), ‘El verano que mi madre tuvo los ojos verdes’ de Tatiana Tibuleac (Libro del Año 2019) y ‘Otra vida por vivir’ de Theodor Kallifatides (Extaordinario 2019).

Todos ellos estuvieron acompañados por sus editores –Isabel Obiols, de Anagrama; Enrique Redel, de Impedimenta, y Joan Tarrida, de Galaxia Gutenberg–, así como de Marian Ochoa de Eribe, la traductora de Tibuleac.

Theodor Kallifatides, de 82 años, encarna al escritor prestigioso, que se mueve en la traducción (del griego al sueco y viceversa), la poesía y la narrativa. "Mi novela es un libro sobre el envejecimiento. A la edad de 72 años me siento un poco incapacitado, castrado, de la lengua, de la vida, de propia persona, de mi patria, Grecia. Todos estaban muertos en mi corazón. Y decidí escribir este libro por necesidad de vivir otra vida", dijo.

Lengua de origen e hijos

Eso, entre otras cosas, pasaba por recuperar su lengua de origen: Kallifatides es un griego que vive desde hace años muchos años en Suecia, casado con Gunila. "La lengua griega no es mi lengua, soy yo. Es la más importante parte de mí", explicó. Su novela, breve e intensa, es casi como una recapitulación azarosa de quien intenta jubilarse se la escritura y no puede. 

Tiene mucho de autoficción tranquila y muy natural: "Es una mirada sobre Europa, sobre la propia familia. El escritor Stefan Zweig y su novela ‘El mundo de ayer’ andan por ahí, en una pequeña parte de mi libro, solo una pequeña parte, y me alumbra para hacer mi propia historia". Dijo que Zweig "es un símbolo del hombre europeo con la educación del hombre europeo". Asume una tradición, una calidad y un amor por el arte. Kallifatides miró los tres libros sobre la mesa y dijo: "Me alegra mucho que este haya sido el año de los libros pequeños. No me gustan nada los libros gordos".

Tatiana Tibuleac ha sido otra revelación en España con esa novela que narra, en un pueblo de Francia, la historia de una familia y de una madre y su hijo.

"Si Theodor quería aborda una historia de la madurez, a mí me interesaba explora la muerte desde la juventud". Explicó que su relación con la lengua es algo muy complicado. "Al vivir lejos de casa, me pregunté quién soy yo y qué quiero transmitirles a mis hijos. Es la lengua la que elige la escritura", y aquí se convierten en un personaje. Se le preguntó si podía definir su novela. Sus lectores han visto detalles y símbolos que ella no había contemplado. "Por eso nunca la defino".

Aceptó sí que su deslumbrante novela es un libro sobre el amor, la familia, la muerte y el perdón. Tatiana recordó que había leído autores españoles traducidos al rumano en clase, que le gustaría leerlos ahora en lengua original, y recordó que conoce a Mircea Cartarescu, traducido también en Impedimenta, uno de los grandes autores europeos, del que es colega, admiradora y buena amiga.

Premios Cálamo
El escenario con la triple entrevista: Ana Segura e Irene Solà; Tatiana Tibuleac y Marian Ochoa de Eribe; Juan Cruz y Theodor Kallifatides, y Javier Anós..
Toni Galán.

Irene Solà es artista y poeta. Le gusta experimentar con el lenguaje y, gracias a su fantasia y a la intuición, entendió que podía hacer una suerte de tratado de voces, un relato coral donde hablan los seres humanos, pero también los animales, las plantas o los árboles, que transcurre en Camprodon, en el Pirineo catalán.

La autora quería plantear una novela por elevación que mirase desde la nubes y que fuera observando las sucesivas capas, los ecos del tiempo, los ríos subterráneos de la memoria. "He escrito la novela en catalán, pero hay una niña que huye de la Guerra Civil, que existió de verdad y que era de Monzón, y habla castellano", dijo. 

Confirmó que su literatura fantástica y mágica le salió espontáneamente, aunque citó influencias y lecturas de Mercè Rodorera, Victor Catala, Verdaguer, Mariana Enríquez o Gabriel García Márquez.

Premios Cálamo.
Paco Goyanes y Ana Cañellas de la librería Cálamo..
Toni Galán.

UNA NOCHE MESTIZA DE AMISTAD, LITERATURA Y TRADUCTORES

Los actores Javier y Mariano Anós, uno a cada lado del escenario y con su tradicional humor, condujeron la gala de entrega de los XIX premios Cálamo en la sala de Caja Rural de Aragón, en Zaragoza, adornada con los cuadros de José Díaz Domínguez. 

El acto estuvo precedido por tres conversaciones: el escritor y periodista de ‘El País’ Juan Cruz –anunció en privado que en breve publica un libro totalizador: ‘Ciudadano Polanco’– dialogó con Theodor Kallifatides (se encontraban en la sala dos de sus amigos sueco-aragoneses: los traductores Paco Uriz y Marina Torres; se conocen desde los años 60), la traductora Marian Ochoa de Eribe (que también traslada la obra de Mircea Cartarescu) charló con Tatiana Tibuleac y la periodista de Aragón Radio, Ana Segura, directora de ‘La torre de Babel’, con Irene Solà. 

Los hermanos Anós, ante un público entusiasta, dijeron que se celebraba una noche de amistad y literatura, muy europea, de diversidad y mestizaje. "La lectura es la última esfera de intimidad», deslizaron los Anós. Y recordaron que también era la noche del reconocimiento «a los traductores profesionales".

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El poeta, traductor y narrador, en sueco y griego, Theodor Kallifatides.
Toni Galán.

QUIÉN ES QUIÉN

Paco Goyanes, librero de Cálamo, retrató así a los galardonados de 2019:

Cálamo Extraordinario. «Theodor Kallifatides, de 82 años, es un veterano, una maravillosa cabeza; está en excelente forma física. Nació en Grecia y emigró a Suecia, donde aprendió sueco y se convirtió en un valoradísimo escritor en lengua sueca. Después de muchos años vuelve a escribir en griego y lo hace sobre Europa, la familia, la vejez y sobre el mundo que vivimos». 

Por cierto, Theodor, acompañado también por la jefa de prensa de Galaxia Gutenberg, Blanca Navarro, tenía una maravillosa noticia bajo el brazo: ya ha salido a la calle su novela 'El asedio de Troya', traducido del sueco por Neila García. Empieza de forma muy prometedora: "Tenía quince años y estaba enamorada de mi profesora".

Premios Cálamo.
La escritora Tatiana Tibuleac, que ha estremecido a los lectores.
Toni Galán.

Libro del Año. «Tatiana Tibuleac, de mediana edad, con un pasado periodístico reconocido en su país, nació en Moldavia, escribe en rumano y reside en París, y también pasa por Londres. Ha escrito una novela sobre las relaciones materno-filiales y la muerte que conmociona», dijo Paco.

Otra Mirada 2019. «Irene Solà es una muy joven autora, que escribe en catalán y es artista plástica. Combina a la perfección las dos disciplinas, arte y literatura. Se mueve por el mundo de la ficción de maravilla y nos ha hecho bailar con ella y con su novela».

Premios Cálamo.
La joven escritora catalana, Irene Solà: poesía, imaginación, fantasía y sentido del riesgo.
Toni Galán.
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