Análisis
Análisis del LG OLED E9: una fina perfección obtenida píxel a píxel
Con un grosor inferior al de un lapicero, el E9 de LG es un televisor OLED con una calidad de imagen que roza la perfección en sus ocho millones de píxeles.
En un televisor OLED 4K, cada uno de los 8 millones de píxeles que componen el panel se ilumina o apaga, uno a uno, de forma independiente. Esto permite un contraste perfecto, un negro puro, ángulos de visión de 180 grados y la práctica desaparición del ‘blooming’, un efecto que genera un resplandor al representar elementos brillantes –como por ejemplo los subtítulos– sobre fondos oscuros.
El LG E9 que hemos analizado en las últimas semanas es uno de los mejores exponentes del OLED, una tecnología omnipresente en los teléfonos de gama alta, pero que algunos fabricantes se resisten a llevar a la gran pantalla del salón.
Este televisor tiene una calidad de imagen sobresaliente, con colores vibrantes a la par que naturales, HDR, Dolby Vision y una nitidez espectacular, incluso en situaciones difíciles para el reescalado a 4K de contenido de resoluciones inferiores, como la pobre calidad de la TDT española.
El E9 es un panel ideal para disfrutar de una película en resolución 4K con las luces del salón apagadas. Se luce en las escenas oscuras y de alto contraste. Sin embargo, se ve superado por la tecnología LED, cuando se trata de presumir de potencia lumínica: en una habitación bien iluminada o con la luz directa del sol sobre la pantalla. En estos casos, la tecnología OLED no puede competir con el brillo de los paneles LED, que también son capaces de ofrecer colores más vibrantes, aunque menos naturales.
Diseño y conexiones
Estéticamente, la E9 tiene un diseño impecable. El panel, que en su parte más fina no supera el grosor de un lapicero, parece flotar sobre el mueble en el que se coloque, gracias a una sólida y pesada peana que se oculta tras un cristal transparente que otorga al conjunto una gran elegancia.
Las conexiones, accesibles en su mayoría en el lateral, son generosas: 4 HDMI 2.1, 3 puertos USB, una salida audio digital óptica, el clásico jack de 3,5 mm para auriculares, un ethernet y la indispensable antena. La conectividad se completa con wifi y bluetooth.
La varita mágica
Tan importante como la calidad de imagen y un nutrido surtido de conexiones es un buen sistema operativo y WebOS es uno de los mejores del mercado. El ‘software’ de LG para televisores cuenta con todas las aplicaciones de ‘streaming’ necesarias, que se despliegan en menú ligero y transparente, que permite seguir visualizando el contenido mientras navegamos entre las diferentes opciones. Las ‘apps’ se abren rápidamente y se puede pasar de una a otra de una de manera ágil y con cierta multitarea.
El mando cuenta con sensores de movimiento que lo convierten en una suerte de varita mágica con la que el usuario puede apuntar directamente la opción deseada, sin necesidad de usar el incómodo cursor tradicional.
Tiene también botones dedicados para Netflix y Amazon Prime y el resto de ‘apps’ se pueden configurar en accesos rápidos en el teclado numérico del mando, para tenerlos más a mano.
Sonido potente y de calidad
Al hacerlos tan finos y primar la estética sobre la funcionalidad, con el paso de los años los televisores han ido perdiendo potencia sonora, provocando la invasión de las barras de sonido en muchos salones para compensar estas carencias.
LG, sin embargo, no ha descuidado el apartado sonoro y ha incluido dos altavoces con una potencia total de 60 vatios y un logrado efecto envolvente, gracias a la tecnología Dolby Atmos.
El televisor cuenta con diferentes modos de sonido –algunos que refuerzan la voz de los diálogos, otros que potencian los graves, uno específico para la música y otro para deportes–, el usuario también tiene la opción de usar la ‘inteligencia artificial’ del propio televisor, que elegirá el modo óptimo en función del contenido.
Neuronas digitales
El sonido no es el único beneficiado de las capacidades ‘inteligentes’ de este E9. El usuario también puede dejar que la máquina decida el modo de imagen de forma automática, en función de lo que se reproduzca.
Asimismo, se supone que el televisor aprende los gustos del usuario con el paso del tiempo, para ofrecerle contenido o que cambie de canal en un momento determinado del día para que no se pierda su programa favorito.
El funcionamiento general es un poco errático y en el ámbito de la inteligencia artificial todavía hay mucho margen de mejora. LG deberá esforzarse más para que a sus televisores les demos el calificativo de inteligentes.
Por el momento, y tal vez para compensar, el E9 pide prestadas neuronas digitales a Alexa y a Google Assistant y se vale de sus cualidades para controlar algunas funciones utilizando la voz.
¿El momento perfecto para comprar?
Se acaba de celebrar el CES, una de las mayores ferias de tecnología del año, en la que se han presentado los nuevos modelos que saldrán a lo largo de 2020. Esto significa que pronto este televisor LG E9 de 2019 será superado por el nuevo modelo, pero también que es previsible que baje de precio. Ahora ronda los 1.800 euros.
Los rivales
Si eres de los que casi siempre ve la tele en una habitación bien iluminada y estás dispuesto a renunciar a un mejor contraste en escenas oscuras, la tecnología QLED ofrece paneles mucho más brillantes que los OLED por un precio similar.
Resolución 4K, compatibilidad con HDR, inteligencia artificial, el sistema operativo de Google para televisores, 55 pulgadas, audio Dolby y DTS de 10 vatios, control por voz... Solo Xiaomi podía sacar una tele así por solo 450 euros.
