Jesús Monge se abre al mercado asiático con una exposición colectiva

Esta será su segunda visita a este mercado asiático donde hace dos años el aragonés Jesús Monge, especialista en pintura realista, colocó dos de sus cuadros. En esta nueva edición viaja con nueve obras en las que ofrece un breve recorrido por Europa, desde Amsterdam, a Venecia, Madrid o Cádiz pasando por su querida Zaragoza, ciudad de la que lleva una pintura de gran formato (2x1,70 metros) de la calle Zurita y otra del puente de los Cantautores, en entrada al Parque José Antonio Labordeta, titulada "Mis mejores recuerdos".

Canales de aguas serenas, atardeceres de playas gaditanas que evocan veranos apacibles y reflejos de tardes de lluvia sobre un piso mojado son algunas de las imágenes elegidas para esta muestra, características del gusto del pintor por la arquitectura urbana y los juegos de luces. Para Jesús Monge se trata de un "gran honor y un orgullo" representar a través de la pintura de dónde es. De Asia destaca que es un mercado que "está sin contaminar", en el que, explica, la nueva vanguardia no ha irrumpido. "Aprecian lo que les gusta sin estar influidos por modas" y es "más sano", lo que considera una "ventaja para el tipo de arte realista, que está irrumpiendo con fuerza en todo el mundo".

Una muestra de cómo encandila Jesús Monge a su público es la numerosa asistencia al "Open Art" celebrado la noche del pasado jueves en su estudio de Movera, en el que se dieron cita, además de amigos, clientes y galeristas que quisieron conocer las obras seleccionadas para la feria de Taipéi, algunas ya exhibidas en exposiciones anteriores, y descubrir nuevos proyectos en los que ha trabajado el último año.

Junto a Monge, en esta feria participan, por tercera, vez Didier LounrenÇo (Barcelona) y Fabio Hurtado (Madrid), y también repiten José Abel Sánchez (Bilbao) y los palentinos Alvaro Reja y Carolina Cuadrillero, que colgarán junto a Nicoletta Tomás (Valencia), Rafa Sánchez (Sevilla), José María Pinto Rey (Álava), Llorens Danés (Girona) y la escultora Mirella Serra (Barcelona), todos ellos con un volumen de entre 8 y 14 piezas.

Como explica su representante, Rosa Anguas, de Art-BCN, son artistas con un "símbolo de gran calidad" como exige la feria taiwanesa, que antes de abrir sus puertas realiza también un "curetaje" previo. Para evitar la competencia entre ellos y que el stand "se vea lo más variado posible", cada uno de los artistas que participan tiene un estilo "especial y único" de géneros diversos.

Anguas destaca la importancia que para los artistas españoles supone abrirse a mercados extranjeros y, en concreto, para la feria Art Revolution de Taipei, gracias a la amplia campaña de promoción que realiza en redes sociales, en revistas especializadas y de gran tirada y porque atrae a público de otros países asiáticos, desde China Continental, a Filipinas, Singapur o Japón.