Ana Merino gana el 76 Premio Nadal con su primera novela, 'El mapa de los afectos'

Competía con los otros cuatro finalistas seleccionados entre las 351 obras presentadas al galardón más antiguo de las letras hispanas, procedentes de España y de todo el mundo.

La escritora Ana Merino
La escritora Ana Merino
Efe

Ana Merino (Madrid,1971) es la ganadora del Nadal 2020. Hija del escritor José María Merino, poeta, dramaturga, ensayista y catedrática, se impuso entre las cinco finalistas con 'El mapa de la afectos', una indagación en todas las posibilidades de las emociones humanas que presentó bajo el título provisional de 'Campos de fuerza' y el seudónimo de Susan Storm. Gracias a ella se embolsa los 18.000 euros de dotación del premio e inscribe su nombre en el palmarés del decano de los galardones literarios españoles, que falló este lunes su 76 edición a la sombra del primer centenario de Miguel Delibes. También hubo ganadora para el Josep Pla de prosa en catalán: Laia Aguilar.

'El mapa de los afectos' es la primera novela de Merino, que toma el relevo del argentino Guillermo Martínez, ganador en 2019 con 'Los crímenes de Alicia'. Con una larga trayectoria poética, ganadora del premio Adonáis en 1994, Merino creó e impartió en Iowa un reconocido máster de escritura y es autora teatral.

Su novela transcurre a caballo entre Estados Unidos y España, aunque el grueso de la acción está al otro lado del Atlántico. Se articula en torno a la relación secreta de una maestra de escuela en un pueblecito de la América profunda. Una pequeña comunidad rural en la que explora los misterios cotidianos de sus habitantes. Relato coral, tiene tantos protagonistas como maneras de relación entre humanos, afectos y emociones: de todas las caras del amor al desdén, pasando por la pérdida, el desengaño, la traición o la venganza.

Bondad

Lejos de ser una novela romántica, se centra en las peripecias cruzadas de unos personajes cuyas vidas se encadenan a modo de episodios emocionales a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI. Persigue el rastro de historias escondidas, de sucesos extraños, crímenes inexplicables, ausencias y tensiones familiares, para trazar ese mapa que justifica el título. Solo gracias a la bondad, tema primordial de la novela de Merino, será posible seguir viviendo.

Vivió Ana Merino largas temporadas con su familia en León durante su niñez. Inició su carrera en la Rijksuniversiteit de Groningren, en Holanda, y se licenció en 1995 en Historia Moderna y Contemporánea en la Autónoma de Madrid. Entre 1995 y 1997 vivió en Columbus, Ohio, mientras enseñaba español y estudiaba un máster. Se doctoró en la Universidad de Pittsburgh con una tesis sobre el cómic en el mundo Iberoamericano. Catedrática en Iowa, fundó allí el MFA de escritura en español que dirigió de 2011 a 2018.

Con 'Preparativos para un viaje' ganó el Adonáis de poesía, y en 1997 publicó 'Los días gemelos', poemario al que siguieron 'La voz de los relojes' (2000), 'Juegos de niños' (2003), 'Compañera de celda' (2006), 'Curación', (2010), 'Hagamos caso al tigre' (2010), 'El viaje del vikingo (2015) y 'Los buenos propósitos' (2015). También ha escrito las piezas teatrales 'Salvemos al elefante' (2017), 'La redención' (2016), 'Las decepciones' (2014) y 'Amor: muy frágil' (2013).

Firma habitual en varios medios, ha sido antologada en 'Poéticas de Hoy', de Antonio Lucas para la revista 'Postdata' (1997); 'Joven Poesía Española', de Carlos Alvarez-Ude para 'La Página' (1997); 'Ellas tienen la palabra' de Jesús Munarriz y Noni Benegas (1997), y 'La generación del 99' de Jose Luís García Martín (1999).

El jurado que premió a Merino lo formaron Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y el editor Emili Rosales. Comunicaron su fallo en una velada en la que se evocó a Miguel Delibes (Valladolid 1920-2010), temprano ganador del Nadal y de quien se conmemora este año el primer centenario de su nacimiento.

Fue Sergio del Molino quien recordó al periodista y magistral narrador vallisoletano, cuya carrera literaria se catapultó con 'La sombra del ciprés es alargada', ganadora del Nadal en 1947. Con 26 años, Delibes estaba de guardia en 'El Norte de Castilla', cuando supo que había ganado la cuarta convocatoria del galardón de Destino. Había acabado justo el verano anterior la novela que impulsaría una carrera literaria brillantísima. El Nadal fue una bendición para Delibes y para la editorial, que llegó a concentrar el 25% de su facturación en el autor de los 'Santos Inocentes' o 'El hereje'.

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