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Isabel Soria y José Manuel Herraiz rastrean el éxodo de las techumbres aragonesas

Han estrenado el documental ‘Los cielos españoles’ sobre la venta de artesonados mudéjares. El empresario William Randolph Hearst compró más de 80, y seis eran aragoneses: de Teruel, de Tarazona y de Barbastro

Entrevista con Isabel Soria / 20-12-2019 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
Isabel Soria y José Manuel Herraiz. en el ahora casi espectral Pasaje Palafox.
Guillermo Mestre.

La historia del patrimonio expoliado en España y Aragón, o puramente enajenado, es muy novelesca pero también cinematográfica. Tiene de todo: historiadores apasionados que se corrompen, especialistas asombrosos, mecenas o ricos como William Randolph Hearst, el hombre que inspiró ‘Ciudadano Kane’ de Orson Welles, que llegó a poseer más de 85 artesonados mudéjares en su famoso rancho o ‘Castle’ pero también en otros edificios o posesiones. Y entre todas esas riquezas que fueron vendidas, se cuentan dos techumbres de Teruel, tres de Tarazona y una de Barbastro. Y quizá una de Calatayud.

El tema, que había hecho correr algunos ríos de tinta y había dado lugar a varios libros de Antonio Naval, Marisancho Menjón, José Miguel Merino de Cáceres y Mercedes Penacho, entre otros, ha inspirado a dos cineastas: Isabel Soria y José Manuel Herraiz, que presentaban el martes ‘Los cielos españoles’: esos prodigios de arte y artesanía en madera que decoraban muchos edificios.

Arthur Byne y su esposa

«Esos techos o artesonados a veces eran más un elemento decorativo mudéjar, realmente bello y muy elaborado, que puramente estructural. Y eso, sobre todo, sucedía en su adaptación en Estados Unidos: hacían malabarismos para ajustarlos», dice Herraiz, y recuerda que los expertos del documental hablan de ‘gusanos’, que eran artesanos que hinchaban o reducían la madera para acomodarla a un espacio. «Con ese método reproducían el efecto de las termitas», matiza.

Isabel Soria dice que la cifra de 85 artesonados asusta un poco, da algo de vértigo, pero también es cierto que a veces «había falsificaciones. No se puede saber muy bien el proceso de compra». Ahí si fueron claves dos personajes: Arthur Byne y su mujer Mildred Stapley, que son, con Hearst, los dos personajes claves de la película. «Eran buenos artistas, dibujaban muy bien, habían escrito libros de arte, habían confeccionado catálogos, habían estado vinculados a la Hispanic Society of America y conocían muy bien la historia de los artesonados. Lo eran todo: historiadores, informadores, mediadores, intermediarios, pero hay un momento que ven pasar tanto dinero ante sus ojos y se corrompen. Y su actitud cambia», dice Herraiz.

«La muerte de Byne, en accidente en su coche Buick en 1935, es algo muy cinematográfico», apunta Isabel Soria. El documental también aborda la personalidad de Hearst: a sus éxitos como empresario de prensa, era el magnate todopoderoso, se suma una herencia que le deja su madre.

Se convierte en uno de los hombres más ricos del mundo, y en un coleccionista de las mil y una maravillas, que le montaban y desmontaban, y «a veces le arruinaban un poco. Acumuló arte, joyas, muebles increíbles, como si se volviera loco. Una techumbre mudéjar podía costar entre 50.000 o 60.000 dólares de la época, y años después, en los malos tiempos, acabó vendiéndolas por 5.000 o 6.000».

No solo compraba Hearst, sino otros empresarios que amaban el arte, las tiendas de antigüedades y chamarilerías. «Hearst y otros colaboraron a que la España de principios del siglo XX fuera como una gran almoneda. Con influencias, buenos contactos políticos y con dinero pensaba que lo podían comprar casi todo. Y lo hicieron», añade Isabel. Al parecer, «Hearst ni siquiera regateaba y más de una vez le dieron gato por liebre».

En cualquier caso, el excéntrico Hearst dormía en un palacio gigantesco de San Simeón, en California, y sobre su cabeza tenía un espectacular ‘cielo español’ que procedía de Teruel. La fastuosa sala de billar estaba decorada con un artesonado que se habían enajenado en Barbastro.

100.000 euros de presupuesto

Isabel Soria y José Manuel Herraiz dicen que película, que ronda la hora de duración, les habrá costado en torno a los 100.000 euros y cuenta con el apoyo de TVE, que la emitirá en La 2, de Aragón Televisión y de varias instituciones aragonesas.

Isabel recuerda que fue un congreso en Tobed donde oyó hablar de este tema. Empezaron a investigar y en 2017 e iniciaron un trabajo sólido, de factura más bien clásica, pero elegante y con algunas recreaciones muy logradas, que da una idea de la importancia y de las esquinas del tema.

Los cineastas han estado en varias ciudades españolas y aragonesas –resulta conmovedor oír al finado Gonzalo Borrás en Teruel–, en Ciudad de México y Monterrey, y en varias ciudades de Estados Unidos. Tras la experiencia, que tendrá recorrido, se van a zambullir en otro asunto: la pintura mural desaparecida.

LA FICHA

Título: ‘Los cielos españoles’. 2019. 57 minutos.

Autor: Isabel Soria y José Manuel Herraiz.

Edición: José Manuel Herraiz.

Ilustraciones: José Luis Cano.

Locución: Xavi Fernández.

Producción: El documental ha contado con diversas ayudas del Gobierno de Aragón, de TVE, que la distribuye por Europa, y de Televisión de Aragón. Se emitirá en La2 y luego en el canal autonómico.

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