ocio y cultura

Mujeres silenciadas que no debemos olvidar

Instinto de librera. La periodista cultural y escritora Mar Abad publica 'Antiguas pero modernas' (Libros del K. O.), un libro sobre Rosario de Acuña, Aurora Bertrana, Sofía Casanova y Carmen de Burgos, 'Colombine'

Mar Abad.
Detalle de la portada del libro de Mar Abad.
Libros del K. O.

Cae el telón y el público, puesto en pie, aplaude entusiasmado y aclama al autor. Acaban de ver ‘Renzi, el tribuno’, y mientras esperan en esa tarde de 1876, nadie puede imaginar que quien saldría a saludar sería una mujer, Rosario de Acuña (Madrid, 1850 - Gijón, 1923). Los espectadores la miraban asombrados. Y aunque recibió las alabanzas de Echegaray y Campoamor y la prensa se deshacía en elogios, para publicar su siguiente obra tendría que esconderse tras un nombre masculino: Remigio Andrés Delafón sería quien firmara ‘Amor a la patria’, que escribió en 1877 mientras vivía en Zaragoza.

La niña que casi pierde la vista por una enfermedad en los ojos, que se educó dando paseos con su padre por el campo, fue pionera en muchas cosas: periodista y dramaturga, fue la primera mujer que leyó sus textos en la tribuna del Ateneo en 1884, propuso a su marido una separación que las leyes no contemplaban, fue impulsora del librepensamiento y activista por la igualdad y los derechos de las mujeres. Criticó el lenguaje condescendiente («¡Poetisa…! / Si han de ponerme un nombre tan feo, / todos mis versos he de romper»), pero aun quien entendía su visión moderna, caía en los mismos clichés que ella denunciaba al considerar que sus textos contenían «el riquísimo caudal de sus talentos varoniles y sus femeninas delicadezas».

La historia de Rosario de Acuña, como la de tantas otras, ha quedado olvidada. La periodista Mar Abad recupera su memoria, junto a la de otras autoras que ya se han asomado a esta sección como Aurora Bertrana, Sofía Casanova y Carmen de Burgos, en ‘Antiguas pero modernas’ (Libros del K. O.), un libro que es una suerte de ‘Historia de la época contada por las mujeres’. Sus visiones contrapuestas sobre algunos temas esenciales –como el sufragio femenino, que Colombine exige y que Bertrana aboga por instaurar más tarde– muestran las diferencias que tenían incluso quienes compartían ideas e inquietudes.

«Pocas cosas hay más fascinantes que reconstruir una vida», afirma Abad. «Hacer una biografía en miniatura de un personaje es algo de mucha responsabilidad. Por eso me gusta recoger sus palabras literales […]. Intento reflejar su voz, su tono, su música, su personalidad», dice la autora, que ha plasmado las palabras que dejaron escritas las protagonistas para que no haya filtro ni sesgo al interpretarlas. Cuatro retratos de cuatro mujeres, cuatro voces que no debemos olvidar.

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