Tercer Milenio
En colaboración con ITA
gastronomía
De yuzu, alga nori o con sal del Himalaya: la carrera de los sabores del turrón que comenzó en Aragón
Las tendencias gastronómicas más novedosas o comerciales salen al paso de los clásicos navideños con recetas turroneras que hacen de la sofisticación o la originalidad su razón de ser.
A la tradicional trinidad navideña del turrón, formada por el blando, el duro y el de mazapán, le salió un nuevo competidor en 1943 surgido, precisamente, en Aragón. Chocolates Lacasa apostó entonces por lanzar su dulce estrella en formato de turrón, concretamente de praliné, esto es, chocolate mezclado con frutos secos triturados. Lo que en su día fue innovación hoy es un turrón ya clásico. Hasta el punto de que los de este sabor son los más vendidos en España en todas las marcas.
Casi 80 años después de aquel lanzamiento, Lacasa sigue dándole al magín para presentar cada Navidad un producto turronero nuevo, en un 'tour de force' por la originalidad en el sabor al que desde hace unos años se han unido numerosas marcas y empresas, desde grandes supermercados hasta renombrados chefs o pasteleros de autor. Las tendencias gastronómicas más vanguardistas, al igual que las más comerciales, espolean esta loca carrera turronera.
En el caso de Lacasa, Luis Román, su director de marquetin, explica que "hay que saber combinar lo audaz con las ventas, es fácil hacer turrones de sabores originales, pero lo difícil es ser relevantes, llegar al consumidor y que repita al año siguiente. Tiene que estar rico".
En este sentido, Román relata cómo los sabores de sus turrones se deciden en un trabajo de todo el año. "Primero se captan las tendencias, luego se ve su evolución y después se valida con los consumidores".
Este año, se visten de largo tres turrones, entre el que destaca el de 'Tarta de chocolate con caramelo a la sal rosa del Himalaya'. Con él, este 2019 Lacasa presenta el de 'Turrón de chocolate 70% con frutos secos' y uno duro, con el 72% de almendra. En su catálogo se mantienen otros que saben a milhojas de nata, brownie, tarta de queso o tarta Sacher.
Lacasa ha "inspirado" a otros muchos. Y para comprobarlo, basta mirar los lineales de los supermercados, donde proliferan los turrones con variadísimos sabores. En Mercadona, solo de su marca blanca los hay, por ejemplo, de cacahuete con miel, crema catalana o natilla con galleta. En Carrefour, también en la gamas del propio supermercado, hay de trufas y frutas del bosque, queso con arándanos o de anacardo. Variedades que se repiten con mayores o menores diferencias en casi todos.
La sofisticación en el turrón ha alcanzado también, como no podía ser de otra manera, a la alta cocina.
Ahí está, por ejemplo, el chef Albert Adriá, con una estrella Michelin, quien firma para Turrones Vicens una colección de tabletas muy originales: las hay de cerveza, mojito, pan y aceite, churros, alga nori o tarta Tatin.
En esta línea 'gourmet' trabajan también los oscenses Pastelería Ascaso. El pasado año, pusieron en el mercado tres turrones muy especiales, bautizados Camellia, Yann y Damasco.
El equipo quiso mezclar "innovación y tradición", reuniendo clásicos navideños como el mazapán con productos 'foodies' llegados de Asia, como el cítrico yuzu o el té matcha, así modalidades de chocolate menos conocidas como el Dulcey o el Biskelia.
