‘Exiliada’, la historia de Zoilamérica Ortega Murillo, se estrena en Zaragoza

El documental profundiza en el drama vivido por la hija adoptiva del presidente de Nicaragua y líder de la revolución sandinista, Daniel Ortega, a quien acusó de violación en 1998.

Leonor Zúñiga, directora de 'Exiliada', el documental sobre Zoilamérica Ortega Murillo
Leonor Zúñiga, directora de 'Exiliada', el documental sobre Zoilamérica Ortega Murillo
Heraldo.es

El cortometraje documental ‘Exiliada’ se estrenó el pasado viernes en el Centro Mayor Universitario Pedro Cerbuna de la mano de su directora, Leonor Zúniga. Se trata de la primera pieza audiovisual que aborda la historia de Zoilamérica Ortega Murillo, hija adoptiva de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y líder de la revolución sandinista a quien ella acusó públicamente de violación en 1998, e hija de la actual vicepresidenta, Rosario Murillo.

Según explica su realizadora, la invisibilización y el silencio son habituales en los casos de abuso sexual infantil que, en el caso de Zoilamérica, se vieron incrementados al tratarse de una figura pública, algo que acabó provocando su exilio a Costa Rica, donde se ha rodado la mayoría del documental. “Con este documental no buscábamos profundizar en los detalles de su experiencia, sino ofrecer una perspectiva íntima de su vida y la de su familia en el exilio, un exilio impuesto como castigo por atreverse a buscar justicia”, asegura Zúniga.

La realizadora, socióloga y activista, se encuentra inmersa en una gira por España que la llevará a ciudades como Madrid, Barcelona o Santiago de Compostela. Además, cuenta con el apoyo de Amnistía Internacional, así como de la plataforma Sos Nicaragua y la Asociación Guardabarranco.

Máster en cine documental por la Universidad de Stanford, asegura que ha sido “todo un reto” contar esta historia silenciada durante más de 20 años. “Cuando leí por primera vez sobre lo que le ocurrió a Zoilamérica se me puso un nudo en la garganta. Sentí la necesidad de explorar en lo que sienten las víctimas de abuso sexual cuando se atreven a denunciar a la persona que lo ha hecho, ya que no es lo habitual”, explica Zúniga.

“Cuando contacté con ella le hice dos promesas: una que no iba a preguntarle por los detalles, y otra que no era un documental sobre el escándalo político, sino sobre sus sentimientos como víctima no respaldada”, advierte la directora, que asegura que el abuso sexual infantil es un problema “extremadamente serio” en Nicaragua y en el mundo entero sobre el que es necesario hablar. “De hecho, Nicaragua es el segundo país de Latinoamérica en el que se producen más embarazos de adolescentes”, añade.

“En estos casos no se suele denunciar al abusador ya que se antepone la unidad familiar por lo que la historia de Zoilamérica se convierte en la excusa que me permite ahondar en estas situaciones tan complejas”, añade. En su caso, no solo sufrió el castigo de su familia –convertida en este caso en una estructura de opresión para la víctima- y el rechazo de su entorno más cercano sino que, además se vio obligada a abandonar su país debido a las presiones.

En su opinión, aparte del silencio existente en torno a los hechos ocurridos a la protagonista, asegura que lo verdaderamente grave es que estos hechos no afectaron a la imagen pública del líder sandinista que hoy sigue estando en el poder. “Aunque nos centramos en el lado más humano de esta historia también vivimos el momento en el que Zoilamérica, actualmente profesora en la universidad, vive como su padre llega al poder en 2016”, añade.

Junto a la realizadora, una exiliada nicaragüense radicada en la capital aragonesa desde hace cuatro años, Imara Martínez (54), contó el drama que viven miles de compatriotas desde que Ortega llegó al poder. “He participado en los movimientos sociales de mi país desde los años 80 cuando iba a la universidad”, rememora la activista. Sin embargo, jamás imagino que este hecho la acabaría empujando lejos de su hogar.

“La violencia es una pandemia en el mundo”

Martínez fue, además, miembro del comité consultivo y asesor de las mujeres feministas, indígenas y afrodescendientes de la ONU en Nicaragua y participó en el comité que elaboró la ley integral contra la violencia de género de 2012. “Hoy en día se vulneran los derechos de las mujeres, pero no solo en Nicaragua. La violencia es una pandemia en el mundo”, critica. En su caso, su activismo se tradujo en amenazas sobre ella y su familia que la empujaron a irse de casa.

Hoy, se calcula que son más de 80.000 exiliados en todo el mundo de los cuales en torno a 6.000 residen en Aragón. “Muchos de nosotros nos reunimos cada miércoles en el centro Joaquín Roncal de la capital aragonesa para tratar de crear una red de apoyo, tan solo la semana pasada tuvimos siete casos nuevos”, añade Martínez.

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