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El Conservatorio de Zaragoza cumple 25 años con la provisionalidad que empezó
"Se pensó para 300 alumnos y se superaron los 500 y en los últimos años se ha llegado a superar en varias ocasiones el umbral de los 700", explicó el director.
El Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza celebra este curso 2019-2020 su 25 aniversario desde que inició su andadura en solitario en el curso 1994-1995, y lo hace con la misma provisionalidad con la que arrancó en su actual ubicación y con unos números que dicen que la oferta que está en condiciones de ofrecer queda muy lejos de la demanda real.
"Se pensó para 300 alumnos y se superaron los 500 y en los últimos años se ha llegado a superar en varias ocasiones el umbral de los 700, aunque este curso son 685, pero son más de 400 los alumnos que habiendo superado la prueba de acceso se han quedado fuera", explica a Efe Darío Sierra, director del Conservatorio zaragozano desde el curso 2011-2012 en dos periodos de cuatro y que en el actual 2019-2020 ha iniciado el tercer ciclo, que llegará hasta el 2022-2023.
Sierra recuerda que esta celebración es con motivo de la separación de grados que se produjo con la aprobación de la LOGSE, en la que la enseñanza musical se "equiparó" al resto de enseñanzas porque lo que había antes era un Conservatorio Superior de Música, que tiene rango universitario y que hasta entonces había compartido espacio con los grados elemental y medio.
En el CPMZ, con una plantilla de 80 profesores entre titulares e interinos, se ofrece "enseñanza de música y profesionalizante", explica Sierra, y es "una segunda enseñanza junto a la general que requiere un importante esfuerzo para sacarla adelante por parte tanto de los alumnos como de las familias".
El CPMZ pasó de su tradicional ubicación en la calle San Miguel al antiguo Colegio Público Palafox, en la calle San Vicente de Paúl, al que ya desde el principio fue necesario incorporar desdobles de aulas como solución provisional, aunque el AMPA pidió desde el principio otra sede en el IES Pedro de Luna, varias calles más allá, que "sigue sin contar con insonorización".
En este sentido, todavía se sigue estando a la espera de buscar un nuevo emplazamiento que no termina de llegar, aunque Sierra recuerda que la primavera pasada la entonces consejera de Educación, Mayte Pérez, realizó un anuncio en este sentido que a él no le ha llegado.
Darío Sierra, violinista, recuerda que desde el CPMZ se realizan cada curso "unos 300 conciertos públicos en diferentes espacios de la ciudad" porque el auditorio del centro únicamente cuenta con 139 butacas que "se llena todo el curso con aulas individuales".
"Esta situación es muy difícil de llevar por el alumnado y el profesorado, que se soporta con la buena voluntad de todos y también de las familias, porque la escasez de espacios lo convierte en una olla a presión. Cada curso es un auténtico puzzle ubicar las clases con los profesores, además de que no hay cabinas de audición suficientes y las aulas no tienen los metros adecuados", lamenta.
A pesar de todas estas circunstancias adversas, Sierra resalta que "el centro está dando unos frutos inmejorables e inesperados y todo gracias al talento de los alumnos que luego están haciendo carreras musicales relevantes por todo el mundo".
Sobre la oferta del centro destaca el departamento de Música Antigua, que es "de los más completos y con todas las especialidades que recoge el currículo nacional", mientras que carece, al igual que el resto de los otros seis centros repartidos por la geografía aragonesa, de la especialidad de música moderna, que está contemplada en el currículo pero que no se ha podido implantar.
Los actos programados para este 25 aniversario serán un concierto en la Sala Mozart de Zaragoza, este miércoles 20 de noviembre a las 19.00 horas, con la participación de casi 120 músicos sobre el escenario, que ofrecerán diferentes interpretaciones, y una cena de hermandad al día siguiente de profesores, alumnos y trabajadores del centro, tanto actuales como anteriores.
El concierto lo abrirá una fanfarria de metales y percusión, al que seguirá una orquesta de violonchelos, un conjunto de clarinetes, el Colman Quarteto, un trío de percusión y un conjunto orquestal, que contará con la colaboración especial de ex alumnos y profesorado de los diferentes conservatorios de Aragón.
"Va a ser un concierto inédito para el que se han formado agrupaciones musicales para la ocasión al que vendrán músicos de todo Aragón para participar. Será una muestra musical participativa", concluye Sierra.
