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Fallece el médico y actor Javier Gómez de Pablos, que trabajó con Borau y Artero

Trabajó en el teatro universitario en Zaragoza e intervino en películas como 'Tata mía' y 'Trágala, perro', y en el 'El aire de un crimen' de Antonio Isasi 

Javier Gómez de Pablos
Javier Gómez de Pablos, a la derecha de Carmen Maura, en 'Tata mía' de Borau.
Archivo Heraldo.

Ha fallecido el actor y médico y militante político de la órbita comunista Javier Gómez de Pablos. Había nacido en Mendavia (Navarra, 1937); hijo de médico, que ejerció en la posguerra en el entorno de la plaza del Portillo, se formó en Zaragoza y alternó tres de sus pasiones: la medicina, en la que se licenciaría, la interpretación, en teatro y cine, y la política.

En sus años universitarios en Zaragoza trabajó de actor en montajes de Alfonso Azcona, Mariano Cariñena y Juan Antonio Hormigón, y coincidió en varias funciones con Eduardo González y María José Moreno, entre otros. Se trasladó a Barcelona y allí estuvo en la órbita del PSUC; una de las razones de su marcha fue que tuvo algunas dificultades en la carrera de Medicina y la terminó en Cataluña.

Tras su estancia en Barcelona, se vinculó a Tarragona. Fue médico en Banyalbufar (Mallorca) y finalmente, entre otros lugares, en Santas Creus y Llorens, en la provincia tarraconense, donde acabaría jubilándose. En Tarragona conoció a el editor y escritor Carlos Barral, y fue asiduo a sus tertulias en Calafell, por donde aparecían Juan Marsé, Ana María Moix, Gil de Biedma o Josep Maria Castellet, entre otros, algo que alguna noche narraba con sus amigos en las cenas y tertulias de Casa Emilio, a las que fue muy asiduo durante años. Grandes amigos suyos fueron la escritora Cristina Fernández Cubas y su marido Carlos Trías, que lo vinieron a ver, a él y a su mujer Pilar Baylo, en varias ocasiones a Zaragoza, o la narradora oscense Pilar Nasarre.

“Fue un hombre excepcional, de vasta cultura. Un amigo verdaderamente entrañable y divertido. Daba gusto hablar con él y percibir su sentido del humor. Era un experto en las cruzadas y tras regresar a Zaragoza se puso a estudiar árabe”, dice su gran amigo Emilio Lacambra.

Javier Gómez de Pablos trabajó en el cine en películas como ‘Trágala, perro’ de Antonio Artero, ‘El aire de un crimen’ de Antonio Isasi o en ‘Tata mía’ de José Luis Borau. Recuerda Emilio: “Sentía al cineasta Antonio Artero como un hermano. Recuerdo que cuando se rodó ‘Tata mía’ nos fuimos a proseguir la grabación en Madrid, tras haber estado en Riglos. Los actores nos hospedamos en distintos hoteles y él se quedó en la casa de Artero, cerca del paseo de la Castellana”.

El artista y escritor José Luis Cano también tenía parentesco familiar con él. “Era un hombre especial, divertido. Se había puesto a estudiar árabe. Se interesaba por cosas muy diferentes. Por ejemplo, se puso a estudiar filosofía, empezó por los presocráticos y llegó hasta Hegel, donde se había atascado un poco -subraya-. Estudiaba y estudiaba distintos temas, y luego hacía unos resúmenes, con unas síntesis, espectaculares. Lo acabo de comprobar con uno de sus últimos trabajos sobre la Revolución Francesa”.

Los restos mortales de Javier Gómez de Pablos se han trasladado al tanatorio 17 del cementerio de Torrero.

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