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Sergio Villanueva: "El humor, y siempre el absurdo, es el mejor digestivo"

El actor, cineasta y escritor publica su primera novela, 'El secreto de los Nocturnos' (Ediciones B), una novela de intriga que gira alrededor de un crimen y del teatro, con la presencia de Lope de Vega

Sergio Villanueva. Escritor. autor de'El secreto de los nocturnos'/ 01-08-2019 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
Sergio Villanueva. Escritor. autor de 'El secreto de los Nocturnos'.
Guillermo Mestre.

Sergio Villanueva (Valencia, 1972) es actor, director de cine (con su pieza ‘Los comensales’ ganó la Biznaga de plata de 2016 en el Festival de Cine de Málaga), autor teatral, con piezas como ‘Lavinia’, Premio Corredor Latinoamericano, y novelista. Publica en Ediciones B su novela ‘El secreto de los Nocturnos’, una trama que gira en torno a un grupo misterioso en la ciudad de Valencia, con Lope de Vega por medio, y al teatro de la época.

¿Qué es más, escritor o actor?

Soy un actor que escribe y un escritor que actúa. Al actor lo uso cuando escribo para meterme en la piel de algunos personajes y jugar con ellos. Pero al actuar, el escritor se queda en casa.

¿Cómo conviven en usted el actor, el guionista y el novelista?

Como compañeros de un piso pequeño, entendiéndose bien, y tratando de no invadir cada uno el espacio del otro. 

Había escrito otras piezas..., en este caso teatrales. ¿Cómo son, qué le interesa como dramaturgo, en qué espejo se mira?

Con el teatro me interesa tratar temas de actualidad social, concienciar a los espectadores sin olvidarme de entretenerles. Soy más gamberro, más niño. Me gusta plantear temas serios desde un distanciamiento absurdo y en ocasiones brechtiano. Porque para poder digerir ciertos asuntos, siempre el humor, siempre el absurdo es el mejor digestivo.

¿Qué se le había perdido en Valencia, a finales del siglo XVI? ¿Cómo surgió ‘El secreto de los nocturnos’?

Averiguar por qué Lope de Vega escogió mi propia ciudad como destino para mejorar su escritura teatral, conociendo a los componentes de la Academia de los Nocturnos, formando parte de ese grupo. Valencia era entonces el puerto más importante del Mediterráneo español. Desde Italia se generaba un enorme tráfico portuario y mercantil. Los actores italianos sabían que en Valencia podían ofrecer su Commedia dell’arte porque la idiosincrasia del lugar era muy pareja a la de Nápoles. Los dramaturgos valencianos comenzaron a aplicar esas nuevas formulaciones dramatúrgicas italianas a sus obras.

¿Qué decía de Lope...?

Lope quería aprender todo eso. Por eso decidió Valencia tras ser expulsado de Madrid y sobrevivir al episodio nefasto de la Armada Invencible.

¿Qué fue primero, la revolución del teatro o el crimen que cuenta? ¿Qué le interesaba?

La revolución del teatro, sin duda. Y enlazarla con el trama de asesinatos poco a poco, para generar, no solo como una analogía, que la gente del teatro está capacitada para mejorar nuestra sociedad no solo desde los escenarios de las corralas.

¿Quería seguir el rastro de Luis García Jambrina, por ejemplo, con Fernando de Rojas? ¿Lo suyo es ‘thriller’, novela policiaca o novela del arte?

‘El manuscrito de piedra’, de García Jambrina, es una de las muchas referencias que he tenido para la elaboración de ‘El secreto de los nocturnos’. Colocar a uno de los grandes de nuestra literatura, Fernando de Rojas, como detective en la Salamanca del S XV, tanto en la superficie como en sus subterráneos, me pareció un juego maravilloso. Claramente hay un homenaje a la novela de García Jambrina cuando coloco a Lope de Vega y a Guillem de Castro en similar tesitura en la Valencia de 1589. Lo mío es un ‘thriller’ histórico «secreto y nocturno»... 

¿Quiénes son los Nocturnos, qué hacen, cómo se mueven?

La Academia de los Nocturnos estaba formada por un grupo de nobles, clérigos, gente importante de la burguesía, militares, caballeros todos que se reunían en el Palacio Catalá de Valeriolá para trasvasar conocimientos y técnicas poéticas y teatrales. Todo ese ejercicio de librepensamiento no estaba bien mirado en esa época controlada por la Inquisición. Yo creo que, en realidad, pugnaban desde las corralas por cambiar las conciencias de los ciudadanos, aplicando sus ideas humanistas con la herramienta del teatro.  

¿Qué actividades tenían, qué le ha interesado de ellos?

Guillem de Castro era Capitán de la Guardia de las Costas, y en constante lucha contra piratas berberiscos, el padre Tárrega, un canónigo cuidador de la Catedral, don Bernardo Catalá de Valeriolá, un Caballero de la Orden de Calatrava, y así cada uno de ellos. Parecía la Liga de los Hombres Extraordinarios o una versión de ‘Grupo Salvaje’ o ‘Vengadores’ cuyos poderes consistían en la captación y divulgación de ideas y cultura en tiempos en los que eso mismo estaba penado con la propia vida.

¿Qué se le había perdido por ahí a Lope de Vega?

Insisto: quería aprender a escribir ese teatro que no alcanza. Una vez aprendidas esa fórmulas nuevas para sus comedias, se convirtió en el Fénix de los Ingenios. Antes era tan solo Lope de Vega. 

¿Cómo fue su relación con el dramaturgo Guillem de Castro?

Eran como hermanos. Se admiraban, respetaban. Disfrutaban el uno con el otro de las mismas pasiones y sueños. Estaban destinados a ser amigos. 

De la Inquisición no era fácil de escapar... ¿Lo lograrán sus personajes?

De la Inquisición no se escapaba nadie. A no ser que la propia Inquisición los necesitara para ciertas misiones encomendadas. Y si hablo más en este sentido se activa la alerta de spoiler...

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