ocio y cultura

Julia Dorado muestra la aventura de pintar en la Lonja

La artista presenta en ‘El vigor de la duda’ 73 obras realizadas desde 2017, una colección de pinturas y dibujos sobre papel de periódico de hace 30 años, y apuesta por la fuerza del color y la capacidad de sugerencia del lienzo.

Julia Dorado.
Julia Dorado ante el mural que hizo sobre papel de periódico en Bruselas en 1989.
Guillermo Mestre.

“No estoy como un flan. Llevo más de medio siglo en este oficio y estoy tranquila. He trabajado con Nacho Fortún, y lo hemos hecho de la mano, pero yo también controlo el montaje y lo discuto”, decía Julia Dorado (Zaragoza, 1941) antes de iniciar la rueda de prensa de su exposición ‘El vigor la duda’, que consta de 73 piezas y se exhibe en la Lonja hasta el 6 de enero de 2020.

Julia diría que esta producción, impulsada por “la necesidad de la propia acción de comenzar un trabajo, de ponerme un reto”, no ha sido concebida ex profeso para este espacio, sino que recoge casi toda la obra de los dos últimos dos años y medio, e incluye un doble rescate: una colección de pinturas sobre papel de periódico, presentada como un mural, como un diario visual o un cuaderno de apuntes, y la película ‘Julia no habla’, realizada por Pedro Avellaned, y matizada ahora con otras aportaciones de Nacho Fortún, que es el comisario de la muestra y responsable del montaje. Fortún ha instalado aquí, por decirlo de algún modo, la historia de la pintura, sus épocas, sus períodos, sus mudanzas, la pura pulsión de pintar.

Fortún dijo, entre otras cosas, que la concepción de la muestra nace del diálogo y discusión con la pintora, cuya característica más acusada “es la incertidumbre”, y declaró que para él asomarse a la obra de la pintora había sido toda un descubrimiento: ha tenido la magia, la sorpresa, el color y la atmósfera que no acaban nunca.

Julia Dorado, que se define como “pintora clásica” en diálogo con Eva Puyó, dijo, con un punto de melancolía, que se había quedado un poco sola. “Todos mis compañeros del Grupo Zaragoza, en el que ingresé en 1963, ya no están. En los últimos tiempos han muerto Hanton González, Daniel Sahún y Juan José Vera. Están aquí, hay guiños, homenajes, puede leerse un texto de Vera. Y andan por aquí a la par los maestros, entre ellos Santiago Lagunas”. Julia, ya de paso, matiza que hay otros homenajes inequívocos: Italia, donde vivió un tiempo, Bruselas, donde residió con su marido Pablo Trullén un cuarto de siglo, y Zaragoza, adonde retornó en 2015.

Julia Dorado recordó que tenía la ilusión de que ‘El vigor de la duda’ fuese la muestra de su 80 aniversario, que se celebrará en 2021, pero hubo que adelantarla un par de años. En el proceso de preparación y selección destruyó algunos cuadros, “más que destruirlos, los reciclé. Aprendí en Bruselas a reciclarlo todo. No destruyo un lienzo, jamás, pinto encima. Vuelvo a pintar el cuadro”, y fue construyendo una obra abstracta, enigmática en ocasiones, muy elaborada, de continuos centelleos, con veladuras y esos ámbitos casi fantasmagóricos donde la abstracción adquiere formas sutiles que pueden evocar barcos, paisajes, faros, pasillos.

“La aventura de pintar es, en mi caso, bastante clara Yo me quiero mover en el terreno de lo que no conozco, de lo que no pinto. En ese encuentro con el material, con el periódico, con el lienzo, lo que quiero es buscar y a veces encuentro caminos, que me van a llevar a otros caminos. No necesito ponerme el traje de montaña o el de caminata. Pintar para mi es una inmersión intelectual, es una inmersión emocional, y esa es la aventura. La intelectualización de la fuerza que sale de dentro”, subrayó la pintora en la rueda de prensa, donde estuvo acompañada por el citado Fortún, que también expuso en la Lonja, por la jefa de servicio de Cultura Romana Erice, y por la vicealcaldesa y consejera de Cultura Sara Fernández, que elogió la entrega de la artista, “la calidad y la cantidad de sus cuadros”, y la capacidad de trabajo. 

"Me sumerjo en mí misma y en toda mi experiencia, con mis inquietudes y todas mis frustraciones, con todo mi esfuerzo"
Julia Dorado.
Panorámica de la muestra de Julia Dorado.
Guillermo Mestre.

Dorado apostilló: “Mi obra no tiene nada que ver con paisajes, con retratos, con bodegones. No. Me sumerjo en mí misma y en toda mi experiencia, con mis inquietudes y todas mis frustraciones, con todo mi esfuerzo. Soy una aventurera. Hablar de investigadora me parece más bien un término científico. Soy una buceadora también, sí, esa podría ser la palabra”. Dijo que le encantaba explorar, extraviarse, asumir retos, y que así “va surgiendo toda mi actividad. Estoy satisfecha y a la vez tengo la sensación de que puedo llegar más lejos”, confesó.

Bromista a su modo, Julia Dorado dijo que estaba segura de que cuando le devuelvan las 73 obras, algunas no sobrevivirán. Se transformarán en otro cuadro. Julia Dorado -esa “mujer menuda y elegante, de casi 80 años, con un cierto aire de niña traviesa”, según Eva Puyó- nunca se detiene. En la Lonja presenta “sus pinturas más actuales, impregnadas de una fuerza exultante”, tal como escribe Carlota Santabárbara, que también la define como “una gran artista” que es “una mujer artista, abstracta y rebelde”. Alguien, mientras los fotógrafos la retratan, la mira y dice: “Ahí está. Una pequeña gran artista”. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión