Rosa Ribas: «¡Qué poco sabemos de los hijos y de sus rebeldías!»

La escritora catalana, residente en Alemania, ha estado en Zaragoza para presentar su novela ‘Un asunto demasiado familiar’, que supone su paso de Siruela a Tusquets

Rosa Ribas.
Rosa Ribas (1963), autora de 'Un asunto demasiado familiar'.
Guillermo Mestre.

No es frecuente una novela con una familia de detectives como los Hernández: Mateo, su esposa Lola, sus hijos Amalia, Marc y Nora. ¿Cómo nació ‘Un asunto demasiado familiar’?

En primer lugar quise hacer una novela sobre la familia y las complejas relaciones familiares. Y también pensé en hacer un libro sobre los secretos.

¿Sobre los secretos?

Sí. Todos ocultamos cosas a los más cercanos. A veces somos casi extraños y en las familias hay muchos secretos: pasiones, disputas, dolores, odios o arrebatos de ira. Y en la novela también.

Quizá lo diga por Lola, la esposa, extraña, rabiosa, que parece siempre cabreada.

Lola es un personaje muy especial. Doliente. Imprevisible. Ella es alcohólica y a la vez tiene grandes intuiciones y aciertos para la investigación.

Y luego está el barrio.

Sí. Yo nací en El Prat del Llobregat, que tenía algo de barrio. Aquí hablo del barrio de Sant Andreu, bastante familiar, como si se conociesen todos. El barrio puede ser un mundo entero y a la vez es como un pueblo. Eso también me interesaba mucho: retratar su mundo, contar cómo es la sociedad y tantas y tantas paradojas, cómo se mueven las criaturas e indagar en el pasado.

Lo hace. Mateo Hernández, el padre y principal detective, tiene un pasado turbulento.

Sí lo tiene. Él creció y se formó en la época de los quinquis y eso también le tocó. Y ese pasado retorna y es posible que lo haga en forma de amenaza.

Ese mundo de quinquis le tocó tanto a Mateo que, ahora, puede ser objeto de chantaje.

A mí me gustan los libros híbridos, que mezclan muchas cosas. Y a todo lo que hemos citado hay que sumarle otros ingredientes: la novela negra, la ficción policiaca. Ya llevo unas cuantas escritas, sola o en colaboración, y aquí quería contar la historia de un superviviente como Mateo, que ha vivido una vida más bien cutre.

Sí, en su relato del glamur de la novela policíaca hay poco.

No hay glamur. Tampoco quería que lo hubiese. Me gustan mucho Andrea Camilleri, Raymond Chandler, que es mi auténtico maestro, mi modelo, o la extravagante Fred Vargas. Y Toni Hill y Carlos Zanón. En el libro hay una mirada sociológica y también psicológica. Hay un momento en que se hace una especie de diccionario de la gente que se ha ido quedando por el camino, víctima de la droga y otros excesos, un inventario de derrotas y fracasos.

Rosa Ribas. Autora de 'Un asunto demasiado familiar'. / 18-09-2019 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[FOTOGRAFOS]]]
A Rosa Ribs le interesan mucho la familia, los secretos, el barrio, la investigación y la sociología.
Guillermo Mestre.

¿Por qué le interesan tanto las desapariciones?

Porque son algo terrible. Y a veces las desapariciones tienen su origen en los secuestros. Un secuestro es como una violación. Te privan de libertad, te humillan, te maltratan; es una de las cosas peores que le puede ocurrir a un ser humano.

Aquí desaparecen dos personas: el joven Jonathan y Nora, la hija de Mateo y Lola...

Sí, es el detonante detectivesco del libro, pero pronto vemos que habría otros elementos de trasfondo: la emigración, la mentira, la explotación. Nora lleva cuatro meses ausente; Jonathan ha desaparecido y una de las cosas que plantea la novela es qué poco sabemos de los hijos, de sus sueños, de sus rebeldías. A veces, en lo que más les atañe, son unos desconocidos para sus padres.

¿Es esta novela el inicio de una serie?

Sí, creo que sí... Mi idea es hacer tres entregas. Ni quiero morir de éxito ni que yo mismo me canse de los personajes. Pero no le puedo avanzar nada por ahora. Eso sí, le recuerdo una constante de los Hernández: "A la familia no se le investiga". 

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