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David Trueba: "Las canciones de Chicho Sánchez Ferlosio siguen muy vivas"

El documental ‘Si me borrara el viento lo que yo canto’ de Trueba se estrena el 24 de septiembre en el Festival de Cine de San Sebastián.

David Trueba contempla al zaragozano Paco Uriz y la gallega Marina Torres, decisivos en la edición del disco de Chicho.
David Trueba contempla al zaragozano Paco Uriz y la gallega Marina Torres, decisivos en la edición del disco de Chicho

El director estrenará el martes 24 de septiembre en San Sebastián el documental 'Si me borrara el viento lo que yo canto', una iniciativa junto al sello zaragozano Madmua; se harán tres pases en el festival donostiarra

¿Cómo se enamoró de esta historia, y cuándo decidió involucrarse en esta aventura?

El origen del proyecto nace para mí de Joan Losilla, que tiene el sello Madmua, con el que quería reeditar en facsímil el disco original de 1964 llamado ‘Canciones de la Resistencia Española’. Gracias a las investigaciones del profesor Emilio Quintana en Estocolmo, se podían recomponer muchas piezas del puzle de cómo aquellos dos estudiantes suecos habían llegado a España y habían entrado en contacto con Chicho Sánchez Ferlosio y llegado a grabarle esas canciones que él cantaba en la Universidad y formaban parte de una protesta contra la falta de democracia social y laboral. La peripecia de ese disco es una pequeña estampa que explica nuestro pasado. Pero he de reconocer que solo cuando conocí a la pareja de Chicho de aquel entonces, Ana Guardione, fui consciente de que podíamos contar bien la historia. Tiene una personalidad increíble, sabe narrar, recuerda con claridad; es moderna, inteligente, nada víctima ni quejosa. Representa a una generación de mujeres formidables y olvidadas. El documental funciona gracias a su voz. Ella acabó de convencerme del interés por contar esta historia. 

¿Qué significa para usted la figura de Chicho Sánchez Ferlosio? ¿Recuerda la primera vez que supo de su obra?

Claro. Chicho era un cantante conocido en el Madrid en que yo crecí. Compartía escenarios con Sabina y Krahe y su canción ‘Círculos viciosos’ se había hecho muy popular. En 1982, mi hermano Fernando rueda una película con él titulada ‘Mientras el cuerpo aguante’. Es un retrato de sus derivas y obsesiones. Luego le veo a menudo en mi barrio porque entra a trabajar de corrector en un periódico que se llamó ‘Liberación’ y que se hacía en la calle en la que yo nací. Cuando más le trato es años después, en 2003, cuando ruedo ‘Soldados de Salamina’, le contacto y le pido que haga de sí mismo en la película, y cuente lo que recuerda de la peripecia del fusilamiento fallido de su padre al final de la guerra, el asunto de Rafael Sánchez Mazas que ocupa una parte importante de la película y la novela en la que se basa. 

¿Qué canción suya le sigue martilleando la cabeza?

Me gustan mucho sus canciones con humor, las de la época final y su amistad con Agustín García Calvo. Su versión de ‘A contratiempo’ es una maravilla. También ‘Afro tambú’ y ‘Carmen Arvale’, que son únicas en la música española; aunque te voy a confesar una cosa: la que más veces he oído es ‘Hoy no me puedo levantar’, porque la cantaban mis hijos en el coche camino del colegio casi cada día. Es una canción maravillosa, muy indicada para los obligados a madrugar. Al cerrar la película pudimos incluir sobre los títulos un tema inédito que Chicho jamás grabó, salvo en unas cintas caseras. Abominaba un poco de la música como mecanismo comercial y prefería la figura del trovador tradicional. Para mí era muy importante contarle a los jóvenes que hay un camino que también conduce al éxito, y no pasa por lo que les venden. Las canciones de Chicho siguen muy vivas, eso es el éxito. Chicho es un representante excelso de lo que se dio en llamar los heterodoxos españoles, gente cuya personalidad trasciende la bobería y lo previsible. A gente así hay que retratarla siempre. 

Se va a mostrar el filme este mes, en el Festival de Cine de San Sebastián. ¿Lo llevarán a Suecia?

Estas cosas del documental tienen pocas salidas en España: aspiro a que la gente lo vea en festivales y muestras. En noviembre iremos a Estocolmo a enseñarlo. Y luego, por suerte, podemos tener una página web con mi nombre donde los interesados alcanzan a ver las cosas que vamos haciendo y que se escapan un poco de la explotación comercial en salas. Me gustaría que la película de Chicho se pudiera ver en la televisión pública, es el sitio donde debería mostrarse, porque es historia de nuestro país. Pero, amigo mío, la televisión está en manos de gente con la que no comparto sensibilidad. 

¿Qué música le ha cautivado últimamente? ¿Algún nuevo artista que pueda incluso vehicular futuros proyectos fílmicos?

Siempre he querido hacer una película sobre la grabación del disco de Kiko Veneno ‘Échate un cantecito’. Mientras tanto, me alegro mucho de la potencia que tienen las mujeres en la música española, por supuesto Rosalía, Silvia Pérez Cruz, Rozalén, La Mala Rodríguez, Miren Iza y otras. Ojalá en el cine lleguen pronto talentazos así, que algunos ya asoman. 

Su conexión con Zaragoza es harto conocida y se reedita en este proyecto. ¿Es momento ya de adoptarle a usted oficialmente?

No me hace falta carné. Llevo Zaragoza en mi corazón, es la ciudad donde tengo amigos a los que quiero mucho. Ellos son los que hacen esta ciudad para mí algo familiar. Me abren sus casas, sus locales, sus corazones y yo solo puedo responderles con lo único que tengo: un rato de charla. 

Una historia romántica de exportación cultural

En 1963, dos estudiantes suecos conocieron en España a un joven cantante universitario, Chicho Sánchez Ferlosio. Decidieron grabar algunas de sus canciones de mayor carga social y política, con el humor omnipresente; el baño de la casa de Chicho sirvió de estudio improvisado. Volvieron a Suecia, editaron un disco con ellas (‘Canciones de la Resistencia Española’, recuperado y reeditado hace unos meses por el sello zaragozano Madmua Records), no identificaron al compositor para evitar represalias del franquismo y dos de aquellos temas, traducidos al sueco, se hicieron populares en el país escandinavo. En el esfuerzo tuvo una importancia capital en Suecia el matrimonio formado por Paco Uriz (zaragozano) y Marina Torres (gallega), que albergaron en su casa al pintor Pepe Ortega para que hiciera la portada y difundieron el material de Chicho en la radio y televisión suecas. El documental de Trueba tiene otro nexo zaragozano en el cartel del filme y el arte del deuvedé, hechos por Óscar Sanmartín. La película se proyectará en el próximo Festival de Cine de San Sebastián (20 al 28 de septiembre).

En El Festival de Cine de San Sebastián

'Si me borrara el viento lo que yo canto' será proyectada en tres sesiones dentro de la programación del Festival de Cine de San Sebastián, todas ellas en el Cine Príncipe (San Juan Kalea, 10). La primera, que supondrá el estreno oficial y que contará con la presencia de David Trueba y de Ana Guardione, está prevista este martes 24 de septiembre a las 18.00 en la sala 2. La segunda proyección llega el jueves 26 a las 18.15 en la sala 2, y la tercera, el sábado 28 a las 21.00 en la sala 9.

Dónde comprar las entradas para el Festival de San Sebastián

Las entradas salen a la venta este domingo 15 de septiembre a partir de las 9.00 a través de todos los siguientes canales: Taquillas del Zinemaldi Plaza (planta baja del Kursaal) y taquillas del Centro Kursaal; en Internet o en la página del festival

Las entradas también se podrán adquirir en las taquillas de los Cines Príncipe desde el viernes 20 de septiembre.

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