los dioses también mueren

La Rochefoucauld Un hombre de honor que ejerció de moralista

En la quinta entrega de la serie 'Los dioses también mueren', el doctor Blasco Valle recorre la biografía de La Rochefoucauld, escritor, aristócrata, militar y filósofo francés, conocido sobre todo por sus 'Máximas'.

En 1665 La Rochefoucauld publicó sus ‘Máximas’, reflexiones morales.
En 1665 La Rochefoucauld publicó sus ‘Máximas’, reflexiones morales.
HA.

Sí, soy duque, duque de la Rochefoucauld y príncipe de Marsillac. Mi padre, Francisco I, me dio buena cuna y fortuna, y todos mis conocidos, el maldito cardenal de Retz, ‘madame’ de Lafayette, ‘madame’ de Sevigné, La Fontaine, Moliere, Boileau, Racine, Bossuet... todos comentan con ironía que, teniendo buena posición, puedo dedicarme a meditar sobre el mundo. Pero yo les digo, ¿debe adornarme algo más? ¿No? Si no fuera así, dadle a mi mozo de cuadras toda la jornada libre y veréis que no escribirá ni la primera mitad de una de mis máximas.

No soy una peluca empolvada aunque deba portarla para convivir en mi tiempo. Con mi fortuna podría desayunar en la cama servido por dos campesinitas, orinar lo destilado en la noche y ser vestido por dos criados.

Pero no amo esa vida. Sé vestirme solo, yo mismo preparo mi sobrio almuerzo. Solo preciso que alguien lustre mi peluca una o dos veces al mes. Mi rubia duquesa (1) me reprocha que últimamente pase tantas horas trabajando, pero debo responder al perdido de Retz que se ha atrevido a escribir a sus amigos…

"Nuestro Prince jamás fue guerrero aunque ha sido un buen soldado. Jamás supo ser un buen cortesano, aunque siempre tuvo la buena intención de llegar a serlo. No ha sido jamás un buen hombre de partido, aunque toda su vida ha militado tenazmente en alguno. Este aire de pudor y de timidez que afecta, con la pluma en la mano adquiere un insoportable matiz didáctico y moralista. Cree siempre tener necesidad de dar lecciones, lo cual, junto con sus máximas, que no subrayan precisamente la virtud y su práctica, me hace concluir que hubiera sido mucho mejor que se hubiera conocido más sinceramente. Hubiera podido ser el cortesano más educado que adornara este siglo".

¡Bastardo! Un cardenal del que podría describir las fiestas más lujuriosas que conozco. Disfraces de burros excitados, fuentes de vino donde se bañan pequeñas doncellas, escandalosos rituales casi demoníacos y este falso príncipe de la Iglesia me juzga así. ¡Bien! Yo fui amante de ‘madame’ de Longueville y me dio un hijo, pero a saber cuántos niños esperan su apellido.

Insultarle me ha costado caro. Es un hombre vengativo, han arrasado mi amado castillo de Verteuil, me he tenido que someter bajo la promesa de que dejaría la espada y solo esgrimiría la pluma, sin que sepan que a veces ésta es más feroz y que en mis memorias dejaré a cada cual en su sitio.

Ya me queda poco, sufrí heridas por mi honor y por ser hombre de batallas y sufro el mal de la gota y me dicen que deje de beber y de comer caza. Mi amigo Bosset (2) me ha prestado a su médico pero es un asno. Cuantas más sangrías soporto más débil estoy y me torno macilento y malhumorado. Nadie sabe del dolor como yo pero, sobre todo, de la incapacidad que origina tener hinchado el pie devorado por un perro. Mi orín está cargado y deja herrumbre en la bacinilla. Se me han hinchado las piernas y los párpados.

(1) La "rubia" fue la duquesa de Longueville, su amante. Hermana del príncipe de Condé, el ‘Alejandro Magno de Francia’, vencedor de Rosnay.

(2) Jacobo Benigno Bossuet, (1627-1704) fue un destacado clérigo, predicador elocuente y defensor del poder absoluto de los reyes procedente de forma directa de Dios. Ocupó importantes cargos y, dada su condición, contaba con médico particular, que cedió para tratar a La Rochefoucauld, lo que fue decisivo para su empeoramiento. Dada la amistad que les unía se supone que fue de forma involuntaria.

Gota, insuficiencia renal y sangrías

El duque padeció gota pero no fue ésta la causa directa de su muerte. La gota (artritis por ácido úrico) puede afectar a cualquier articulación, pero es la del primer dedo del pie la que se inflama con más frecuencia (podagra).

Descrita desde hace tiempo, se debe a un trastorno del metabolismo de las purinas (proteínas) sucediendo el depósito de uratos en esa localización pero también en otros tejidos como la piel (tofos), en los cartílagos (en orejas) y, lo más grave, en el riñón, originando cálculos e insuficiencia renal (nefropatía por ácido úrico) complicación hoy poco frecuente, pero no así en los tiempos en los que el tratamiento consistía en hacer sangrías. Murió a los 67 años (edad habitual para entonces) y probablemente precipitó su éxitus una insuficiencia renal, agravada por la toma de preparados mercuriales y las sangrías que, sin medida, le realizó el médico particular de Bossuet.

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