¿Tan en boga está el mercado de los disfraces como para que su empresa vaya viento en popa?

No creo que este mercado esté experimentando un ‘boom’, pero sí el del comercio electrónico, que es lo que nos toca. Al final, la gente tiene menos tiempo, deja de hacerse a mano sus disfraces e intenta, por un coste parecido y nulo esfuerzo, comprarlo en una tienda o por internet. En España nos gusta disfrazarnos, hay una tradición de carnaval muy fuerte.

Pero también de hacerse los disfraces con una bolsa de basura.

Es un cambio de concepto: antes se invertía tiempo en fabricar disfraces, incluso para grupos.

En su web hay disfraces que cuestan 500 euros. ¿Disfrazarse tiene un punto friki?

Hay trajes que nadie compraría a no ser que sea muy fan de una serie, un personaje o una saga. Existe un punto friki en quien se disfraza, y nosotros explotamos esa vertiente. Pero también hay mucho cliente que busca la experiencia, disfrazarse en familia, dar la nota, ser original... Nos orientamos hacia el fenómeno fan porque podíamos traer mercancía que no había en el mercado nacional. También vendemos ‘merchandising’, productos dirigidos al coleccionismo y al fenómeno fan.

De Huesca al mundo vendiendo disfraces

¿Qué es lo más demandado?

Va un poco a modas. Desde hace un año, disfraces sobre la serie ‘La Casa de Papel’. Acaban de estrenar la tercera temporada y hemos visto un pico de interés que se ha traducido en un pico de ventas. Luego hay disfraces clásicos que no pasan de moda, y también están los de despedidas de soltero.

¿Se plantean una tienda física?

No, nuestro modelo es radicalmente opuesto a eso. No creemos que sea rentable una tienda especializada que sí lo es ‘online’. Sí podríamos, a futuro, montar tiendas flash de un par de meses de duración, cuando tenga sentido.

En ocho años de trayectoria ya han recibido premios y acaban de firmar un contrato con la todopoderosa compañía Warner. ¿Qué significa eso para ustedes?

Hemos crecido mucho de manera natural, pero buscamos nuevas maneras de seguir creciendo. Firmar con Warner Bros nos permite llegar al cliente entendiendo sus demandas. Vimos que podíamos ofrecer un producto acorde a sus expectativas a precios razonables y con la calidad de marca que la compañía espera. Además, nos diferencia de la competencia.

Y aumentan su catálogo.

Vamos a desarrollar un catálogo propio con Warner que nos identifique como marca y no exista en el mercado. Quien quiera estos productos tendrá que venir a nosotros. Tienen que aprobar lo que hagamos, ya que es un producto con su imagen de marca. Son procesos complicados y lentos.

¿Qué va a triunfar?

¡Espero que todos! Yo apuesto por toda la colección de Batman. Es un clásico y no pasa de moda. Batman, el Jocker, Catwoman... Son personajes míticos y que tienen mucha demanda, y el producto que hay ahora mismo creo que es peor que el nuestro. También triunfan los personajes de dibujos animados, lo superhéroes...

¿Cómo se fideliza a un público internauta?

Es difícil, porque tienes a la competencia a un ‘clic’ y cualquier pequeño problema de navegación, en la compra, en la postventa, te resta puntos frente a otro que puede ser igual o peor que tú. Hemos puesto un interés brutal en dar buen servicio a los clientes, esa es nuestra manera de fidelizar. Duele cuando no lo consigues.

Tienen 50.000 productos...

... pero el 7% de las referencias te dan el 50% de la facturación. Ese 7% tiene que estar muy trabajado.

¿Cuáles son sus siguientes retos?

Seguir creciendo, y más rápido de lo que lo hacíamos.

Desde Huesca hasta el infinito, y más allá.

Correcto. Nos gusta saber de dónde venimos y pensar que empezar en una ciudad pequeña no es impedimento para vender en Japón. ¡Acabamos de tener el primer pedido en la web en japonés!