ÓPERA

La ORA lleva al Auditorio de Zaragoza una 'Madama Butterfly' para seducir al público

La orquesta, con Ricardo Casero a la batuta, ofrecerá tres representaciones este fin de semana

El director de escena Emilio López da indicaciones a la soprano Ilona Mataradze, junto a Sergio Guarné, director general de la ORA.
El director de escena Emilio López da indicaciones a la soprano Ilona Mataradze, junto a Sergio Guarné, director general de la ORA.
Francisco Jiménez

El público musical zaragozano se está acostumbrando a la Orquesta Reino de Aragón (ORA), y quizá no se esté dando cuenta del camino que ha recorrido: en tan solo ocho años de trayectoria cultural ya se ha asentado en el panorama nacional como formación de prestigio –la revista especializada ‘Ritmo’ le dedicaba su portada y un amplio reportaje el pasado mes de marzo–, y los datos son elocuentes: 45 producciones, 100 conciertos en 30 ciudades de 6 países con 130.000 espectadores totales.

Para los zaragozanos, en lo que va de año, la ORA ha dado el ciclo de conciertos Cantania, en el que han participado 5.000 escolares; ha interpretado a Vivaldi en Introducción a la Música; y ha ofrecido una aplaudida Segunda Sinfonía de Mahler en la Temporada de Grandes Conciertos.

Ahora llega una ‘Madama Butterfly’ y la Mozart bulle de actividad, con los dos repartos de voces, la orquesta, el coro Amici Musicae... En una formación tan versátil que se atreve con todo, en el calendario de cada temporada siempre están marcadas en rojo las fechas en las que va a estrenar ‘su’ ópera. «Para nosotros es un reto importante, claro –admitía ayer el director titular de la formación, Ricardo Casero, en el descanso de uno de los ensayos–. Empezamos a trabajar en esta ‘Butterfly’ justo cuando acabamos ‘Carmen’ la temporada pasada. Una de las razones por la que se creó la Orquesta Reino de Aragón fue precisamente para dar ópera a esta comunidad. Y el público nos está respondiendo».

El empeño es grande, toda vez que, aunque existe una gran afición a la lírica, la capital aragonesa carece de un escenario adecuado para la ópera en gran formato. La dificultad, en esta ‘Butterfly’ coproducida por la ORA y el Auditorio de Zaragoza, que se representará este viernes, sábado y domingo, la ha resuelto el director de escena Emilio López. Ya hizo esta ópera para el Palau de les Arts de Valencia, pero en Zaragoza los condicionantes han sido distintos. «Lo que me interesa siempre en una ópera es que la gente la comprenda, que el espectador entienda qué está pasando sobre el escenario –aseguraba ayer–. Y, también, crear afición o contribuir a crearla. He aprovechado la fabulosa acústica del Auditorio para envolver a la orquesta y romper la distancia que suele haber siempre entre escenario y público. Así el espectador se puede meter más en la obra». En la escenografía que ha diseñado la orquesta se adueña, lógicamente, del escenario. En una esquina hay un pequeño cuadrilátero donde se desarrollan algunos pasajes de la obra. Y una pasarela que circunvala la orquesta y tres pantallas gigantes en las que se proyectan imágenes contribuyen a dar dinamismo y brillantez a la representación.

En lo musical, «el libreto es perfecto –señala Casero–. Cuando te enfrentas a una partitura de Puccini sabes que te va a exigir mucho estudio porque es un compositor que dejaba todo escrito. Puccini es el Mahler italiano: todo suena como él lo escribió».

Pero el éxito de una representación de ópera lo dan las voces. La ‘Butterfly’ de la ORA cuenta con el coro Amici Musicae, dirigido por Igor Tantos; y, en los principales papeles, con Vikena Kamenica (Suzuki), Vicent Romero y Armaldo Kllogjeri (Pinkerton), Sebastià Peris (Sharpless) y Carlos Rebullida (Príncipe Yamadori). En el papel de Cio-Cio-San, piedra angular de esta ópera, alternarán la extremeña Carmen Solís (seguramente la mejor española hoy en este papel) y la georgiana Ilona Mataradze. «Es un papel muy difícil, con mucho riesgo, y que te exige madurez», resumía ayer Carmen Solís. «El que más me ha costado estudiar –añadía Mataradze–. Hay que definir muy bien el tono y el timbre, porque el personaje empieza siendo casi una niña preparada para ser geisha y acaba renunciando a todo y suicidándose por desamor». Cio-Cio-San, o Madama Butterfly interpreta una de las arias más famosas del repertorio operístico, ‘Un bel dì, vedremo’, uno de los momentos culminantes de la obra.

En el reparto hay también presencia aragonesa: Isaac Galán (Sharpless), Jorge Franco (Goro) y Beatriz Gimeno (Kate Pinkerton). «Una ciudad sin ópera es una ciudad muy coja en lo cultural», se lamentaba ayer Galán, que demandaba la configuración de una temporada estable. Mientras llega ese momento, aún quedan entradas (pocas) para las representaciones de ‘Madama Butterfly’, entre 10 y 34 euros.

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