TOROS

Mario Pérez Langa: "Si sigo peleando como hasta ahora, sé que puedo triunfar"

El rejoneador bilbilitano firmó su confirmación en Las Ventas, en la Feria de San Isidro. Reconoce que el mundo del toreo es difícil, pero confía en su fuerza de voluntad.

El rejoneador bilbilitano Mario Pérez Langa.
El rejoneador bilbilitano Mario Pérez Langa.
JMACIPE

Mario Pérez Langa (Calatayud, 1990) es el único rejoneador aragonés en activo y acaba de confirmar su alternativa en Las Ventas, aunque sin trofeo. Reconoce que los 11 años que lleva de trayectoria han sido difíciles pero lo tiene claro: "Nunca me he arrepentido". Su cuartel general lo tiene en Villafeliche.

¿Cómo fueron sus inicios?

Mi abuelo se dedicaba a la agricultura y tenía una cuadra con burros y caballos, y mi padre lo continuó. Empecé a montar a los 10 años y, a los 16, aunque se me daban bien los estudios, decidí dedicarme a esto por completo. Pero los inicios son muy complicados.

De estos 11 años, ¿qué momento le ha marcado más?

Varios: mi debut en Pamplona, el día que corté cuatro orejas en Teruel, la alternativa en la Misericordia de Zaragoza, la puerta grande en Huesca, la confirmación del pasado 26 de mayo...

¿Con qué sensación salió de Las Ventas?

Al ser con solo un toro sientes que ha sido corto; pero, también, que los malos ratos que he pasado compensan. Tenía curiosidad de saber cómo era el ambiente, salir a la plaza. Ahora tengo ganas de volver, ya que la conozco y he pagado la novatada, porque las novedades te desubican (ríe).

¿Es difícil demostrar todo en un solo toro?

Es una presión añadida. Si tienes dos, es más sencillo poder enseñar todo lo que quieres dar. En uno solo es dificilísimo, porque incluso mides más para no arriesgar demasiado y cometer fallos, pero creo que solventé las dificultades y que puedo volver.

Pero contaba con un apoyo extra en el tendido

Creo que en total fueron cuatro o cinco autobuses entre Valencia y Calatayud, mas la gente que fue por sus medios, y se notó en el paseíllo. Te da fuerza y, al mismo tiempo, mucha responsabilidad por querer devolverles el apoyo.

A finales de abril estuvo por segunda vez en Calatayud, ¿se desquitó de la primera?

La primera era un chavalillo, más inexperto, y aún no tenía la cuadra que tengo. Este año estuve más seguro, como si estuviera en la cuadra. Corté dos orejas y rabo, pero el tener a todo el público conmigo fue lo más valioso.

¿Cómo es su día a día?

De lunes a domingo no paro; de 7.30 de la mañana, hasta la noche. A cada momento pienso en cómo están los caballos, qué nuevo voy a sacar, en qué cosas puedo mejorar, dónde arriesgar...

¿Eso es mucha exigencia?

He hecho un esfuerzo, sin darme cuenta, que muchos no podrían aguantar. Pegarte 11 años en una finca, machacándote, preparando caballos, recibir golpes… Pero nunca me he arrepentido. Eso, durante estos 11 años profesionales, pero desde niño ya he sacrificado cosas.

El mundo del toreo es difícil

Es un mundo en el que cuesta mucho entrar y en el que, a base de trabajo, se van consiguiendo las cosas. Y sé que, si sigo peleando igual que he hecho hasta ahora, puedo estar ahí, triunfar, porque lo he demostrado. Pero tienes que aguantar muchas dificultades. Por ejemplo, el año pasado, de una cogida muy fuerte perdí un caballo (él se partió el hombro y cuatro costillas); a otro, por un cólico, y otro se quedó con una lesión en una pata. Así que, cuando crees que tienes la cuadra que querías, no puedes descuidarte y tienes que seguir.

¿Con qué cuadra cuenta?

Tengo doce caballos, nueve totalmente ‘cuajados’ y tres muy jóvenes. Les he enseñado con el carro y con vacas, pero son una proyección de lo que pueden ser. Uno, Garibaldi, ha avanzado mucho; nos hemos compenetrado y lo saqué en Madrid, donde cumplió y estuvo muy bien, pero todavía puede dar más.

¿Qué es lo más difícil en los entrenamientos de los caballos?

El caballo es miedoso de por sí, tienes que jugar con sus miedos y de eso sacas todo. Le tienes que infundir un respeto pero sin excederte, porque tiene que actuar de forma natural. Eso es lo bonito, lo que llega a la gente, lo que llevo intentando 11 años y lo que han conseguido Pablo Hermoso o Diego Ventura, que llevan toda una vida trabajando.

Pablo Hermoso ha sido un puntal en su carrera

He trabajado con él, me ha acogido y me ha ayudado a conocer la profesión desde el punto de vista de un figura que empezó de la nada. Me ha explicado la rutina, cómo estar con el caballo desde potro hasta sacarlo a la plaza, cómo cuidar a los más veteranos… Para mí ha sido una universidad.

¿Qué le gustaría decir a un antitaurino?

Si yo no diera mi vida por los animales, ellos no existirían: ni los caballos, ni los toros. Que cuando una persona entregue su vida totalmente como lo hago yo, cuando viva para sus caballos, cuando cambie su juventud y su libertad, cuando se enfrente a la ingratitud de la profesión; entonces me podrá entender.

¿Cuáles son sus próximas citas?

En junio tengo varias por cerrar y el día 26 seguro que estaré en Soria por las Fiestas de San Juan. Para julio, agosto y septiembre estoy pendiente de más.

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