Confesaba ayer la escritora Irene Vallejo, pregonera de la Feria del Libro de Zaragoza, que llegaba "con el corazón alborotado". Visitaba los tenderetes "muy emocionada, nunca pensé que sería pregonera de la feria, uno de los momentos más bonitos del libro en la ciudad. Es un sueño hecho realidad". Recibía las felicitaciones de amigos y compañeros, como la escritora Patricia Esteban Erlés y recibió una cariñosa presentación de César Muñío, presidente y secretario de la Comisión permanente del libro de Zaragoza (Copeli), quien la presentó antes de su pregón.

Muñío destacó que esta feria, que tiene lugar en Zaragoza hasta el próximo 9 de junio y que reúne a medio centenar de expositores, "trae este año una novedad, un mayor impulso a todos los agentes del libro. Además de escritores y editores, contaremos con la presencia del resto de personas que impulsan la lectura cada día, como bibliotecarios, libreros e ilustradores. Y, todo, con un objetivo:que cada persona encuentre aquí su libro, que la oferta sea lo más amplia posible".

Irene Vallejo centró su pregón en la relación de Zaragoza con la literatura. Primero, dio la bienvenida a los "autores, autoridades, autónomos, autodidactas y autoestopistas y el resto de autos que hacen posible la magia del libro" y destacó la alegría de la feria del libro zaragozana, "una alegría que viene del ‘gusta’ de Caesaragusta’ y el ‘goza’ de Zaragoza. Por eso, esta es la ciudad de los placeres y uno de ellos es leer libros".

De poetas y mujeres en la Feria del Libro de Zaragoza

Repasó a figuras como el poeta romano Marcial, "el padre de los tuiteros", Al-Muqtádir, «constructor de la Aljafería y poeta», el marqués de Santillana, Don Quijote, Bécquer o Verdi. Y también a sus padres, "que me leyeron esas historias por la noche, en ese paraíso pequeño y personal de la niñez". Vallejo también mencionó a las mujeres, «cada vez más presentes en todos los procesos del libro».

La escritora, autora de cuatro títulos de ficción y colabora en las páginas de HERALDO, cerró su discurso celebrando el simple hecho de contar en la ciudad con una feria. "Porque, durante siglos, la lectura permaneció encerrada en palacios, tras los muros de los monasterios. Eran un objeto de lujo. Hoy, hemos quitado los cerrojos a los libros y los hemos traído a la plaza, donde nadie tiene prohibido el acceso. Esta es la feria de los libros y de los libres, y eso lo hemos conseguido entre todos".

Asistieron a la apertura oficial de la feria, entre otros, el diputado de Turismo de la Diputación de Zaragoza, Bizén Fuster; José Luis Acín, director del Centro del Libro; el escritor José Luis Corral, pregonero de la pasada edición, y Daniel Nesquens, escritor e ilustrador.