El Teatro Arbolé recibe a sus majestades Teresa Williams y Larry Campbell

Es la primera vez que vienen a España con su nombre en los neones; el matrimonio artístico y vital que forman Teresa Williams y Larry Campbell se presenta hoy en el Teatro Arbolé (Parque del Agua, frente al hotel Hiberus, 20.00, 12 euros en la web teatroarbole.es, 15 en taquilla) con su álbum Contraband Love (2017) como raíz de un repertorio que enriquecen con piezas previas a dúo o en su respectivas carreras. Campbell, no obstante, ya había actuado en Zaragoza: fue el 21 de abril de 1999, como guitarrista de Bob Dylan, en el que probablemente sea el mejor concierto que haya dado el de Minnesota en esta ciudad.

Larry Campbell, neoyorquino del 55, formó parte de la banda de Bob Dylan entre 1997 y 2004. Luego produjo tres discos ganadores de premios Grammy para el batería y cantante Levon Helm, alma de The Band. Campbell creció a finales de los 60 con los Beatles en la cabeza; siempre admiró más a George Harrison que a McCartney o Lennon. Poco a poco, yendo atrás y adelante en su búsqueda, fue encontrando otros guitarristas que le volaron la cabeza, desde Hendrix a Jerry Reed, James Burton, Albert Lee, Django Reinhardt, Doc Watson o Richard Thompson. Con el paso de las décadas, Campbell entregó su talento a proyectos de gente tan grande como B.B. King, R Cooder, K.D. Lang, Paul Simon, The Black Crowes o Cyndi Lauper, amén de tocar guitarra, banjo, mandolina, cistro y violín. Sin embargo, su exitazo fue conocer a Teresa Williams en 1986.

Williams iba a tocar en un garito del Village neoyorquino, el Bottom Line. Un amigo común pidió a Campbell que secundase a la artista de Tennessee en el concierto... y el resto es historia. Llevan casados 31 años; la voz y las dotes guitarristas de Teresa le han valido el reconocimiento unánime de la profesión. Con el rock como base, la música que factura el dúo se puede situar en el folk y la ‘americana’, sin reparos a la hora de tocar tierra en otras referencias.

Campbell describe así la química del dúo. «Cuando Teresa y yo estamos juntos, cantando nuestras canciones para quienes vienen a vernos, me siento completo y pienso que es todo lo que siempre quise de la vida».