Los museos aragoneses, llenos a rebosar en la celebración del Día Internacional

Teatralizaciones, conciertos, actividades infantiles y entradas gratis, lo más solicitado de la jornada

Jesús Gazol guía a Javier Torralba en el tacto a su escultura modelada

«Por mucho que se extiendan las impresoras 3-D, el arte, cuando se toca, despierta sensaciones infinitamente más ricas. Cada material tiene su tacto». Lo aseguraba ayer el escultor Jesús Gazol mientras modelaba en barro una copia de ‘Muchacho en la playa’, una terracota de Pablo Gargallo. El museo dedicado al escultor de Maella quiere abrir una sala táctil para disfrute de los invidentes, y la obra modelada ayer por Gazol se presentará en ella.

El escultor se dio un palizón: empezó a modelar a las 10 de la mañana y prácticamente no descansó hasta la 1 de la madrugada. «Voy a toda prisa –confesaba– porque se trata de que el público que quiere disfrutar de este Día de los Museos vea algo atractivo. Cuando acabe la jornada ya puliré y remataré el trabajo porque la pieza tiene que quedar perfecta. Una obra de estas características, para que esté bien, precisa varias semanas de trabajo».

Que el ayuntamiento acierta con el proyecto lo demuestra el hecho de que ayer ya hubo invidentes que se acercaron a tocar la pieza de Gazol según trabajaba en ella. «Ha sido toda una experiencia –aseguraba a media tarde uno de ellos, Javier Torralba–. No me lo esperaba y la verdad es que el trabajo se aprecia ya perfectamente».

Aragón volvió a celebrar ayer el Día Internacional de los Museos (‘Los museos como ejes culturales. El futuro de la tradición’, era el lema de esta edición) con más de treinta centros de las tres provincias sumados a la iniciativa. Quizá otros años la oferta de actividades complementarias ha sido superior, pero la celebración se ha hecho un hueco ineludible en el calendario cultural del año. Todos abrieron hasta tarde, y en la mayoría de los casos hubo que regular el acceso porque el aforo estuvo cubierto durante buena parte de la jornada. «Solo por la mañana hemos contabilizado 2.600 visitantes entre el Gargallo, los de la Ruta Caesar Augusta y el del Fuego», apuntaba a media tarde Romana Erice, jefa de la Unidad de Museos y Exposiciones del Ayuntamiento de Zaragoza.

Actividades hubo para todos los gustos: en el Museo Goya el coro Amici Musicae juvenil ofreció un concierto; el Caixa Forum inició su programa ‘Microconciertos’ con un acústico del grupo Tako; el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza, por su parte, programó talleres familiares. Hubo también visitas teatralizadas (incluso en Fuendetodos) y actividades infantiles.

Huesca y Teruel también se sumaron a la conmemoración. El Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) oscense había organizado la acción ‘Baya’ con el artista Miguel Ángel Moreno Carretero. En ella se propuso a los participantes la creación de un campo de fútbol sobre el césped de los jardines utilizando pequeñas vallas de maquetas. La acción se realizó de forma colaborativa con diferentes personas que, voluntariamente, se enfrentaron a la tarea de instalar la pieza como si fuera un juego de construcción infantil.

En Teruel, decenas de personas pudieron recorrer el Museo Provincial de la mano de un guía que les reveló los secretos de las piezas más valiosas guardadas en el centro. Dos de estos visitantes, Esther Mencía y Carlos Monago, confesaban haber quedado sorprendidos por la belleza del mosaico de época tardorromana descubierto en Calanda en los años 60 del siglo XX, una obra que ya conocían, pero que valoran todavía más a partir de ayer gracias a las explicaciones del experto.

La ‘Cantimplora de Albarracín’ era otro de los tesoros conservados en el Museo de Teruel que ayer despertaba más admiración entre el público, según relató uno de los guías, Antonio Hernández, de la empresa Acrótera. Se trata en realidad de un esenciero de plata con una inscripción que informa de que la joya, importada en el siglo XI desde Siria o Egipto, fue regalada por un rey islámico a una de sus esposas, Azahara.

Si ayer fue un día para recorrer las salas del Museo, el público tuvo la oportunidad el pasado viernes de conocer cómo se restauran las piezas arqueológicas a través de las explicaciones de la restauradora Pilar Punter.

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