Videojuegos
El éxito de los videojuegos aburridos
Sea con simuladores realistas o con invenciones alocadas, un género de entretenimiento para plataformas toma fuerza: los juegos que carecen de todo tipo de trama.
Encontrarse con un atasco, esperar delante de un semáforo o repostar combustible pueden no parecer, a primera vista, una fuente de entretenimiento demasiado interesante. Especialmente en una época en la que el público suele necesitar estímulos constantes para no perder la atención. Por ello sorprende el éxito de un género de videojuegos: los simuladores. Resulta extraño que haya miles de jugadores por todo el mundo ávidos de experimentar el día a día de, por ejemplo, un granjero, un conductor de autobús o un concejal de Urbanismo, pero es exactamente lo que recrean títulos como ‘Farming simulator’, ‘Bus driver simulator’ o ‘Sim City’. Y no se tratan de aventuras ‘indies’ minoritarias, sino de productos con grandes estudios detrás que dan lugar a sagas con decenas de ediciones.
Uno de los casos que mejor sirve como ejemplo es ‘Euro truck simulator’. Se trata de un simulador de conducción de camiones con todos los detalles recreados con esmero. El mapa de Europa, aunque minimizado a escala, sigue las trazadas existentes; las cabinas cuentan con todos sus controles, testigos y accesorios, y los camiones son adaptaciones fieles de la realidad -patrocinadas, además, por las principales marcas del mercado-.
En este juego no se hace nada más que conducir durante horas, respetando las normas de circulación y procurando que la carga llegue a su destino en perfectas condiciones. Incluso cuenta con un modo en línea en el que jugadores de todo el mundo comparten mapa y pueden tocar el cláxon cuando se cruzan. Pero ni buscan asesinarse mutuamente, como en ‘Fortnite’, ni competir por demostrar quién es el más rápido, como en ‘Need for speed’; ni ambas cosas, como en ‘Grand Theft Auto’.
"Hay juegos como estos, basados en la simulación realista, que tienen mucho éxito", apunta el profesor de Narrativa del Videojuego en la Universidad San Jorge, Javier Calvo. "Tienen un público particular y fiel al que le hace gracia replicar esas dinámicas del entorno real", añade.
El fenómeno ha dado lugar a títulos similares que, sin embargo, buscan innovar mediante lo alocado o lo sorprendente. Uno puede encontrarse fácilmente con simuladores de cabras, aspiradoras o, incluso, rebanadas de pan que deben llegar a su lugar acumulando la menor cantidad de suciedad posible. "El mercado es tan grande y tan variado que puedes encontrar público para todo", cuenta Calvo.
Si para algunos comprender el interés de jugar a estos videojuegos puede ser difícil de entender, hay otros que van más allá incluso. ‘Euro truck simulator’ no solo triunfa en ventas sino también en visualizaciones en Youtube.
Cientos de jugadores suben a la red vídeos suyos disfrutando del juego, y algunos de estos alcanzan millones de visitas. Visitas consistentes en ver cómo otra persona juega a conducir un camión. Aunque es cierto que también se pueden encontrar presentaciones de volantes de madera -virtuales, claro-, tutoriales para elegir el mejor camión o vídeos de cinco horas en los que solo se completa una porción del mapa. «Esto es algo muy generacional que a algunos se nos escapa -reconoce Calvo-, yo no le encuentro una razón lógica».
Sin embargo, el que los juegos no sigan ninguna trama sí es algo que habíamos visto antes, según el docente. De hecho, los primeros juegos, como ‘Space invaders’ o ‘Pong’, resultaban atractivos por lo simple de su dinámica. "El valor de los videojuegos es la interacción -concluye-. Mientras eso siga presente, se podrá explicar el éxito del videojuego". Consista en competir en carreras o en conducir camiones.