Amanecí nostálgica

Amanecí con nostalgia de esa que te hace sonreír mirando las cosas bellas que has tenido por vivir.

La vida se llena de gracia con una hija con voz cantante que, cuando no estás junto a ella, los recuerdos van de una mezcla extraña de pesar y sensación de bienestar.

Del pensamiento y mi boca vienen palabras que encantan, todas desde su semblanza, todas desde su cantar. Ese cantar que encanta cuando cantas Madrigal. Mi voz de suave gorrión que Dios a ti te brindó, para deleitar a todos al sonido de tu voz.

Cuando a miles de kilómetros la separación espanta, escuchar una canción te transporta y aliviana ese peso migratorio, programando hacia el futuro cercano el encuentro de dos mundos ya vividos, que solo la circunstancia momentánea separa. Madre e hija volverán juntas a cantar Madrigal.

No importa cuando al pensar se vienen cosas tan lindas que, cómo no recordar escuchando en este andar, las ricas voces que entonces, una dicha por la noche te hicieron bien disfrutar.

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