Hacia donde vas

El ir y venir de los acontecimientos en nuestra vida nos introducen en una espiral tan retorcida que nos hace perder el norte. Continuamos con el ajetreo y nos dejamos llevar sin darnos cuenta de que nuestros pies ya no sostienen tierra firme y que buceamos en un charco erróneo.

Con el consuelo de que el improvisar es lo que nos sacara adelante haciendo lo correcto nos excusamos a nosotros mismos.

¿Qué pasaría si esa peligrosa espiral se frenara en seco y nos caemos?

Un gran tortazo contra tierra firme y su ración de realidad puede ser algo que provoque mucho miedo. No tendrías mas remedio que cuestionar tus decisiones, acciones y recapitular los senderos escogidos.

No tiene porque ser algo negativo, al revés, un buen vaso de agua fría en la cara echado a tiempo puede ser incluso beneficioso.

Solo hay un dato que no debemos dejar escapar y es que esa espiral no tiene vida propia, somos nosotros los que encendemos y apagamos el motor.

Despierta y decide cuando pararla.

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