XIII CONCURSO DE RELATO BREVE DE HERALDO

Riglos

Río Gállego y los Mallos de Riglos al fondo.
Río Gállego y los Mallos de Riglos al fondo.
Comarca de la Hoya de Huesca

Ella pensó que podía ser una buena tentativa. Tomaron el Canfranc en Zaragoza y se apearon en el apeadero de Riglos. Comenzaron la travesía que tantas veces habían hecho con sus compañeros de Montañeros de Aragón. Dejaron atrás la silueta de los Mallos, mientras que la senda llegaba hasta unos prados. Continuaron por la izquierda, siendo éste el punto más alto de la travesía. Ella estaba pendiente de su marido, observaba sobre todo sus ojos y sus piernas; no hubiera podido soportar ningún percance. Él contemplaba ensimismado el resultado del proceso geológico que habían creado aquellas formas inimaginables. Tomaron la dirección hacia un gran collado desde el cual bajaron ya hacia la Foz de Escalete, visible al fondo del valle

En la estación de La Peña, terminada ya la travesía montañera, tomaron el canfranero de regreso. Su marido estaba muy cansado pero su semblante resplandecía. Ella alentó la esperanza de que Riglos y sus mallos le liberaran de la pesadilla del alzhéimer.

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