XIII CONCURSO DE RELATO BREVE DE HERALDO
La torcaz
Sentado al ordenador, consulto Internet y por la ventana, veo como se cimbrean los cipreses del jardín y una paloma torcaz se columpia en uno de ellos.
Han pasado muchos años cuando yo la esperaba con emoción en el puesto de caza. Tanto ella como yo, somos desertores de un medio natural más amplio, más libre, más grandioso y equilibrado.
En la pantalla contemplo maravillosas imágenes virtuales tomadas por satélite, a cambio de aquellos reales paisajes de montañas que se azulaban en la lejanía y la brisa, transportaba a mis sentidos lejanos aromas y yo me fundía con lo cercano, haciéndome roca, tierra, jaras, tomillo, encinas…
.Tú, Paloma torcaz, de potentes alas, capaces de transportarte a través de toda Europa, estás hoy ahí cimbreando la copa de un ciprés de jardín, sin miedo a escopetas ni a redes. .¿Por qué ambos hemos coincidido en este radical cambio y en este momento nos contemplamos mutuamente, expectantes, sin acabar de comprender, quizá sin terminar de asumir?
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