cultura

Patricio Pron: "Los amantes temen a veces que su pasión sea todo lo que hay"

El autor argentino ganó el Premio Alfaguara con ‘Mañana tendremos otros nombres’, la crónica de una ruptura amorosa y de las nuevas relaciones.

Patricio Pron
Patricio Pron inicia una gira por once países que durará casi un año y lo llevará a Estados Unidos.
Toni Galán

"No me he separado. Cuando uno escribe acerca de algo tan incierto como la intimidad de unos personajes, lo hace pensando en la suya propia, y en sus propias experiencias, de manera que seguro que habrá muchas cosas de mi propia biografía en la de los personajes. Lo cual no significa que esto sea una autoficción o algo por el estilo. Al contrario. Por otro lado quizá hubiese algo en el ambiente: escritores como Isaac Rosa, Iván Repila y Aixa de la Cruz hemos coincidido en esta exploración del amor", dice Patricio Pron, ganador del Premio Alfaguara de 2019 con ‘Mañana tendremos otros nombres’, novela que presentó en Cálamo, en Zaragoza, y que le va a llevar a viajar, durante un año completo, por once países latinoamericanos y también por Estados Unidos.

¿Por qué no les ha puesto nombres, y son solo Él y Ella?

Pensé que los nombres no eran necesarios, que quizá los que pudieran llevar no servían como espejo del lector, que habrían interferido, creo yo, con la idea de que fuesen sujetos de una experiencia que es individual y universal.

¿No teme que eso distancie y se vea que quería hacer como un relato simbólico y abstracto?

En realidad, quería dar cuenta del carácter universal de esta experiencia, el amor y el desamor, algo que experimentan ellos pero que también experimentamos todos. No solo una vez en la vida sino una y otra vez.

¿Intenta descifrar el lenguaje privado de la pareja, y afirma que cada una tiene el suyo?

Es uno de los temas explorados en el libro, no de una forma académica, porque por un montón de factores nuevos, entre ellos la nueva corriente del feminismo, estamos dotando a algunas expresiones de nuevo sentido: seducción, consentimiento, violencia, pareja, relación, experiencia amorosa, contacto, ligue… Más allá de lo que dicen los diccionarios, tienen un significado distinto al que tenían hace diez años. Vivimos un cambio acelerado. Y lo que cambia es el lenguaje.

Habla de la ruptura y de la constatación de que los amantes acumulan mucho resentimiento. ¿Qué buscaba?

Mi apuesta era narrar una historia de amor y desamor de dos personas que rompen por un acontecimiento banal y sin saber muy bien por qué. A los amantes les sucede que temen que esto que viven, la pasión, sea todo lo que hay. Un temor que creo que es bastante frecuente en aquellas personas que tienen una relación de larga duración con alguien y están relativamente satisfechos; sin embargo anhelan todas aquellas vidas que no han podido tener. Y quería que, a través de esa historia, se colase la época y el modo en que vivimos actualmente. La relación amorosa es un magnífico puesto de observación de la época en que vivimos.

¿Qué es el amor Tinder?

Si una persona que hubiese muerto en la Edad Media, a través de un raro milagro hubiese resucitado en el siglo XIX, no hubiese notado una gran diferencia. Sin embargo, un personaje que hubiera muerto en 1980 y renaciese ahora, se encontraría que esta ciudad, en las claves del afecto y del amor, había cambiado por completo. Y uno de los detalles más importantes es el de la intromisión de las nuevas tecnologías en el ámbito de la intimidad. Ese es uno de los desarrollos más importante de estos años. Y tiene sus ventajas e inconvenientes.

¿Cuáles?

Decía Marshall McLuhan que el medio es el mensaje pero yo también llego a creer que las tecnologías tienen su propia moral, y la de estas nuevas herramientas es muy inquietante. Nunca antes se había ofrecido la esfera de lo privado así a una máquina, de la cual además no sabemos nada.

No se sea la clave del algoritmo.

Y ponen de manifiesto una rara encrucijada: según las estadísticas, los aciertos en la elección de pareja por esos métodos es del 12%. Y eso es lo que sucede en la vida real en nuestras relaciones y elecciones azarosas. Que el algoritmo no sea más eficaz para encontrarnos pareja pone de manifiesto que no lo estamos usando porque sea más eficaz o menos, sino porque resuelve algunos problemas prácticos que se nos presentan como el temor de los unos hacia los otros.

¿Por qué los usamos entonces?

En el amor lo interesante es descubrir en la otra persona lo que es y que no sabíamos, y mediante la relación con ella descubrimos cosas que no sabíamos de nosotros mismos. Hay una negación de la experiencia amorosa cuando las tecnologías empiezan a ser más dominantes.

Se exploran nuevas variantes…

Todos estamos enfrentando una cierta incertidumbre debido a los últimos desarrollos y también gracias a los miles de personas que se preguntan: ¿qué es una relación amorosa, son dos personas o más, debe ser permanente, qué tipo de géneros son posibles, sexualidades alternativas, son la reproducción o el placer la finalidad?… Todas estas preguntas, llevadas a cabo por las mujeres, sobre todo, pero también por los hombres, hacen que el amor, el sexo, la pareja, vivan una gran incertidumbre. Ese escenario maravilloso que multiplica las posibilidades y las dudas.

¿Maravilloso y, a la par, incierto?

La literatura que a mí me interesa es la que nos hace reflexionar sobre la forma de cómo pensamos sobre algo. Esta incertidumbre hace que ahora sea más difícil escribir historias de amor que en otro momento histórico. Me parece interesante comprobar que lo que se nos había dicho a muchos de nosotros que constituía la pasión amorosa no constituye la regla sino la excepción. La familia tradicional es una más de las muchas posibilidades, y ese me parece un desarrollo muy saludable.

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