A Izal se le ha quedado corto el mundo y quiere "volar alto, al hiperespacio" para ver a "Bowie flotando", no sin antes parar en el lugar de origen de esa leyenda de la música, Londres, en el itinerario de su gira "Autoterapia".

Mikel Izal, Iván Mella, Alejandro Jordá, Emanuel Pérez 'Gato' y Alberto Pérez saltan al escenario este sábado en la capital británica de la mano de Rock Sin Subtítulos para presentar su último disco que, irónicamente, se trata del más introspectivo de su carrera.

Así lo confirmó en una entrevista el vocalista y compositor del quinteto, Mikel Izal, que explicó que la nueva puesta en escena de la gira, "con mucha más carga teatral y mucho más despliegue técnico", gira en torno a la canción "La increíble historia del hombre que podía volar pero no sabía cómo".

Un tema que viene acompañado de un videoclip que Izal calificó como "obra maestra" y que está nominado en la sección de cortos del Festival de Cine de Málaga.

El vídeo les ha dotado de un nuevo y "espectacular" imaginario que han querido aprovechar en esta gira para, sobre todo, "pasarlo bien" en el escenario, algo que "está comprobado", se transmite al público en los directos.

Con cuatro discos a sus espaldas, "Magia y Efectos Especiales" (2012), "Agujeros de Gusano" (2013), "Copacabana" (2015) y "Autoterapia" (2018), Izal se consideran unos "afortunados" por formar parte de un grupo de músicos que han ido cambiando el panorama musical español.

Love of Lesbian, Lori Meyers, Vetusta Morla, Supersubmarina, Sidonie o La Habitación Roja forman parte de ese colectivo que abrió "una vía paralela de forma de crecimiento musical".

"Son grupos que no sonaban en las radiofórmulas ni salían en la televisión" pero que, sin embargo, consiguieron que la gente "empezara a ir a festivales donde tocaban grupos que solo salían en Spotify y en Youtube", apuntó Mikel.

"Nosotros fuimos de los últimos en llegar, hace diez años, pero hemos tenido la suerte de ser también portadores de esa bandera y formar parte de la historia de la música en España", opinó.

Y es que Izal cuenta con una legión de fieles fans que corean sus canciones de principio a fin en cada uno de sus shows, tanto es así que, a veces, incluso, se las saben antes de que hayan salido a la luz.

Ocurrió en un concierto antes de sacar su último disco con la canción "Ruido Blanco", que nunca antes habían compartido con nadie, y las personas que ocupaban las primeras filas empezaron a cantarla -o a pretender que lo hacían- ante la absoluta incredulidad del grupo.

Cuentan esa anécdota como una de las más surrealistas que les han ocurrido en su largo recorrido sobre los escenarios, salvando el secreto de la letra de "Extraño Regalo", que jamás han desvelado.

Pero no siempre han sido días de vino y rosas para el grupo, que en mayo del año pasado sufrió un duro golpe en forma de supuestas acusaciones de acoso a Mikel.

Una polémica que el afectado calificó como "una injusticia, una demencia y un peligro para el feminismo" provocada porque unas personas "se equivocaron y atacaron la libertad sexual e individual de una persona que no hace nada malo".

Aunque los seguidores de Izal les arroparon y finalmente aquello quedó en nada, el compositor y novelista reconoció que "el trauma queda" y que "todavía sigue habiendo herida abierta".

Pero dejando atrás las amarguras y con el buen sabor de boca que el pasado jueves les dejó actuar en Dublín, uno de los conciertos más divertidos que recuerdan, Izal busca estes sábado y domingo -hicieron 'sold out' el primer día y programaron una segunda fecha- volver a crear esa energía con el público.

"En España tocamos en sitios muy grandes y aunque ahí llevamos una escenografía que aquí no podemos, se genera una energía cuando la gente está a un paso de ti...", aseguraron.

"No hemos venido aquí a conquistar al público inglés", reconocieron, "pero la gente tiene muchas ganas de volver a vivir una noche española". Que así sea.