ocio y cultura
Albarracín y Urueña se unen por la cultura
El 16 de marzo, en la villa turolense se firmará un convenio, se inaugurará una muestra de instrumentos medievales y se ofrecerá un concierto
Hay lugares que son mágicos. Absolutamente mágicos: por su configuración, por el peso de la piedra y la melodía del tiempo, por su atmósfera y por sus apuestas por el patrimonio y la cultura. Un buen ejemplo sería Albarracín; otro, Urueña. O viceversa. El bastión de los Azagra, en Teruel, y el pueblo de la música y la etnografía y las librerías, en Valladolid. Más que el azar exactamente, ha sido el locutor y apasionado de la música Plácido Serrano quien ha puesto en contacto a estos “dos hermosísimos pueblos. Tanto Albarracín (Teruel) como Urueña (Valladolid) han sido incluidas desde hace algunos años entre las poblaciones con más encanto y más bonitas de España. Pero si algo las distingue sobre las demás, al margen de su importancia patrimonial, es su permanente dinamismo cultural gracias a sus fundaciones: Fundación Santa María y Fundación Joaquín Díaz. Para las dos el concepto de dar vida al patrimonio se escribe con mayúsculas”, explica.
Placido Serrano le habló a Antonio Jiménez de Urueña, y a la vez hizo lo propio con Joaquín Díaz, presidente de la Fundación que lleva su nombre: le explicó con cierto detenimiento qué se hacía en Albarracín. Matiza Plácido: “Joaquín Díaz había estado en Albarracín hacía años. Somos amigos desde 1970, cuando organicé Otra Música, en el cine Pax, en un concierto en el que participó José Antonio Labordeta. Ya sabía cosas de la Fundación Santa María de Albarracín: el trabajo de restauración, la programación musical, los cursos, etc., y algo más como la decidida apuesta por la creación como forma de supervivencia y de desarrollo social en el medio rural”.
Algo que Antonio Jiménez, director la fundación pública de Albarracín, asume con orgullo y entereza. “Llevamos 23 años trabajando. Y el año 2018 ha sido especialmente duro para nosotros: primero por los problemas de presupuesto, mucho más bajos, y luego porque hemos sufrido un sinfín de problemas administrativos y burocráticos. Por eso ha sido un estímulo y supone una gran esperanza la resolución reciente de las Cortes de Aragón, aprobada por unanimidad”, señala.
El acuerdo por unanimidad, que se ha pasado a la comisión del Gobierno de Aragón, dice lo siguiente, tal com lo lee Antonio Jiménez por teléfono: “Las Cortes de Aragón instan al Gobierno de Aragón a buscar las fórmulas adecuadas para asegurar la viabilidad económica de los proyectos de la Fundación Santa María de Albarracín y la sostenibilidad de los medios y recursos humanos y materiales para llevarlos a cabo, con la implicación directa y de forma inmediata del Gobierno de Aragón en la garantía de una estabilidad financiera permanente”. El deseo de Jiménez y del consejero Vicente Guillén es que esta fundación se adscriba a Presidencia.
Dicho esto, Antonio Jiménez entra en materia. “Me invitaron a dar una conferencia en Valladolid y aproveché para ir a Urueña. Me impresionó el calado cultural de una localidad de poco más de 200 habitantes: sus siete librerías, la Fundación de carácter etnográfico y musical, el museo de Luis Delgado. Todo. Qué lugar más bello, cuántas cosas se hacen y qué eco tienen”. Se habló, se vieron puntos comunes y se decidió firmar un convenio de colaboración.
Insiste Jiménez: “El 16 de marzo sellaremos en Albarracín nuestro acuerdo de colaboración. Será el inicio de nuestro programa de actos”. La jornada se iniciará a las 18.30 de la tarde en la ermita de San Juan: allí se firmará un sencillo documento de colaboración, con Antonio Jiménez y Joaquín Díaz. Después, a las 19.00, en el Museo de Albarracín, se inaugurará la exposición ‘Embajadores del pasado. Los instrumentos de la música medieval’, compuesta por 60 piezas que pertenecen a la colección de Luis Delgado, ubicada en el Museo de la Música de Urueña. Plácido Serrano ejercerá de maestro de ceremonias.
La exposición se organiza según las fuentes iconográficas utilizadas en la construcción de los facsímiles, por ejemplo, se ha partido de los códices como el del Beato de Liébana, el de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, el cancionero de Ajuda o de las representaciones de pórticos y capiteles de las catedrales de León, Jaca, Santiago de Compostela, Chartres, etc. Aparecen instrumentos de Al-Andalus, relacionados con los de las cortes cristianas de la época, informa el propio Serrano.
Luis Delgado ha explicado así el espíritu de su colección: “Como si se tratara de un viaje en el tiempo, los instrumentos musicales de otras épocas, con sus elegantes formas, parecen haber capturado para nosotros el aire que transportaba el sonido hasta los oídos y corazones de nuestros ancestros.. Nos sugieren otros timbres, otras melodías, donde la música solamente sucedía cuando los intérpretes tomaban los instrumentos en la mano”.
A las 19.30, en la Iglesia-Auditorio de Santa María, cerca del cementerio y la Torre de doña Blanca, el dúo Dolce Rima, formado por Julieta Viñas, canto, y Paula Brieba, vihuela y guitarra barroca, ofrecerá el concierto ‘Donde música hubiere cosa mala no existiere’, con repertorio del Siglo de Oro español.
Añade Plácido Serrano: “Hay más cosas en previsión, otros proyectos, otros sueños, vinculados sobre todo a la música: a compositores, investigadores, instrumentistas, pero por ahora no se puede decir nada. Sería bonito que las dos localidades, tan importantes en la defensa y el desarrollo del patrimonio, colaborasen mucho más, y algunas ideas hay”.
La exposición de instrumentos se exhibirá a orillas del río Guadalaviar hasta primeros de mayo. Se pondrá el broche final con otro concierto, en este caso del trío Vivere Memento, formado por los instrumentistas Joaquín Pardinilla y Luis Delgado, y la vocalista María José Hernández, distinguida en 2018 con el IV Premio ‘Artes & Letras’ de la música. El anterior, curiosamente, lo fue el propio Joaquín Pardinilla.
