Canciones sobre amores difíciles: ¿fomentan el machismo?

El Gobierno de Navarra reabre la polémica con su lista de canciones a analizar en los centros escolares.

Eva Amaral y Juan Aguirre, en una foto de archivo en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza.
Eva Amaral y Juan Aguirre, en un concierto en Zaragoza.
Guillermo Mestre

¿Es el arte machista? ¿Puede una canción animar a la violencia de género? La polémica no es nueva, pero se ha visto alimentada este martes tras hacerse público que el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra lleva a los colegios 'No me cantes violencias', un programa que repasa con los alumnos el supuesto machismo de temas de Amaral, Shakira o El Canto del Loco.

La iniciativa navarra se limita a canciones actuales que son, se supone, las que escuchan los chavales. Pero los amantes despechados, las ganas de morirse tras un abandono y el odio a los ex no son nuevos. De la copla a los desgarrados versos de Lorca, o leyendas medievales como los propios Amantes de Teruel, el quebranto amoroso es un tema que viene de atrás en la música y la literatura.

"Cruzó los brazos / Pa no matarla. / Cerró los ojos / Pa no llorar. / Temió ser débil / Y perdonarla, / Y abrió la puerta / De par en par...". Así arranca 'La falsa moneda', una copla clásica que dice en su estribillo aquello de 'Gitana, que tú serás / Como la falsa monea, / Que de mano en mano va, / Y ninguno se la queda". En apenas dos párrafos, un refrenado deseo de asesinar y una poco halagadora descripción de las mujeres libres que no tienen una pareja estable.

Y el 'Sin ti no soy nada' de Amaral, que el Gobierno de Navarra ha incluido en su lista, comparte temática con los 'Ojos verdes', donde una enamorada pena por el amante que se fue y no volverá: "Pa mí ya no hay soles, lucero, ni luna / No hay más que unos ojos que mi vida son". Qué decir de otro 'hit' coplero, 'Y sin embargo te quiero', donde una mujer abandonada llora su soledad junto a la cuna de su hijo, a quien el padre ni siquiera ha querido reconocer: "Que se me paren los pulsos / si te dejo de queré, /que las campanas me doblen / si te farto arguna ve. / Eres mi vía y mi muerte, / te lo juro, compañero, / no debía de quererte, / no debía de quererte / y sin embargo te quiero". 

Sin irnos tan atrás en el tiempo, ahí está Rosalía, que ha deslumbrado al mundo con su disco 'El mal querer'. El trabajo está basado en un libro del siglo XIV que cuenta la opresiva relación de una mujer y su marido. Los celos, el maltrato, la violencia... todo aparece en las canciones de la joven catalana que desde hace un par de semanas está en boca de todos.

Rosalía se basa un libro medieval, la copla responde también a la época en que fue escrita, pero hay canciones modernas llenas de desprecio y/o desesperación por los amores perdidos. Y hasta de violencia y muerte: uno de los éxitos de Gun's and Roses dice aquello de "I used to love her / but I had to kill her / I had to put her /Six feet under" ("Solía quererla, pero tuve que matarla. Tuve que ponerla a dos metros bajo tierra").

En todo caso, ellas no son las únicas víctimas de las canciones de desamor. Roy Orbison cantaba su pena en su lacrimógena 'Crying': "Pensé que lo había superado, pero es cierto, tan cierto / que te amo aún más que antes". Marvin Gaye se confesaba en 'I heard it throuh the Grapevine': "Sé que se supone que un hombre no debe de llorar / Pero son lágrimas que no puedo mantener dentro / Perderte terminaría mi vida". El argentino Andrés Calamaro, por su parte, dedicó un disco entero, 'Honestidad brutal', a contar el vacío y la angustia que le provocó ser abandonado por su mujer.

Son solo un puñado de ejemplos, pero las canciones sobre relaciones complicadas son infinitas. Por eso, cabe preguntarse si tiene sentido la elección del Gobierno de Navarra. Para el zaragozano Sebas Puente Letamendi, miembro del grupo Tachenko, "es absurdo. La lista no se acabaría nunca, porque son temas que han estado en el cancionero popular desde siempre".

De la misma manera, cree que las canciones reflejan la evolución de la sociedad y que, por eso, hay que contextualizar en su época cada tema. "Loquillo dejó de cantar 'La mataré' en sus conciertos. Y no me parece mal algo así, cuando se trata de responder a un problema real como la violencia de género".

Por eso, está de acuerdo con que se trabaje en los centros escolares y se reflexione sobre las letras de las canciones. Aunque hace un reproche: "Es una pena -dice- que la música actual solo llegue a las aulas por polémicas así". Lo que no entiende es que se planteen censuras a determinado temas. Según él, no se puede "poner trabas" a los artistas a la hora de componer.

Puente advierte ante la tiranía de lo políticamente correcto, "porque si no, no se podría escribir de nada" y asegura que "nunca" ha dejado de hacer una canción atendiendo a estas polémicas. 

En cuanto al caso concreto de Amaral, cree que las críticas son un sinsentido, porque se trata solo de una canción de desamor. "Y hablar de ese desgarro es un desahogo que no se les puede quitar a los artistas".   

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