El humorista gráfico Antonio Fraguas de Pablo 'Forges' ha sido investido este jueves doctor 'honoris causa' por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en reconocimiento a su trayectoria como comunicador y creador de un lenguaje nuevo que hace reír tanto como pensar.

Forges (Madrid, 1942) se ha confesado "feliz" de recibir la distinción de la universidad en un discurso que ha dedicado a los "compañeros" de profesión -a los "presentes" y a los "ausentes"- y ha echado mano de los antepasados para demostrar, desde su convicción, que la historia del hombre es la historia del humor.

De exponer los méritos del artista durante la ceremonia, antes de que el rector Fernando Galván procediera a colocar en la cabeza del dibujante un birrete azul, se ha encargado el director del Instituto Quevedo del Humor y profesor de la UAH Tomás Gallego.

Gallego ha repasado las etapas de una carrera, la de Forges, que ha superado con creces su meta, la de un joven que un día le planteó a su padre que quería ser "un dibujante de chistes en serio".

Su padre, según ha relatado Gallego, no puso objeciones a su vocación, aunque solo le pidió una cosa: que fuera original. "Que se reconozca un dibujo tuyo a quince metros", le dijo.

Y ahí están las originales creaciones de Forges, los 'blasillos', los 'marianos' y 'conchas', los 'funcionarios profundos', los 'náufragos perdidos'... Personajes reconocidos por varias generaciones de lectores después de que el autor no haya faltado en los últimos 50 años a la cita de publicar una viñeta diaria.

Como sus personajes, también ha sido original el discurso elegido por Forges para ingresar en el claustro de la universidad cisneriana, que cuenta entre su lista de 'honoris causa' con personalidades como el escritor José Luis Sampedro, la filósofa Adela Cortina, el arquitecto Kenneth Frampton, la mezzosoprano Teresa Berganza o la actriz Ana Diosdado.

El autor del chiste editorial del diario 'El País' se ha retrotraído a hace varios miles de años.

Y para demostrar esa teoría, y además hacerlo con humor, Forges ha recurrido a la proyección de imágenes de pinturas rupestres en dos pantallas que colgaban del techo del Paraninfo.

Acerca de la representación en una cueva de la figura de un chamán, Forges se ha preguntado en alto: "¿No podría ser una tomadura de pelo de un artista rupestre a algún miembro de la tribu que le parecía muy pesado, y se vengó de él pintándole plumas en la cabeza y caricaturizándole como un pájaro?".

También remontándose al pasado, Forges ha recuperado alguno de los fundamentos médicos enunciados por Hipócrates, quien dijo que la enfermedad era un desequilibrio entre 'humores' del cuerpo.

Una reflexión que el homenajeado ha aprovechado para aportar la que podría ser su propia definición del humor: "La plena salud de la inteligencia de los humanos", según ha dicho.

Después, ha rescatado otras citas que, con más o menos rigor científico, los antepasados dejaron escritas en algunos manuales de medicina, para concluir que "el humor es un bálsamo indudable para ese viaje sin retorno que es la vida".

"Por muy grave que sea la cosa, e irreparable que nos parezca, siempre hay una solución que relativiza mucho las cosas y las pone en su auténtico lugar, que es el humor", ha dicho Forges, en declaraciones, tras su discurso.

En la despedida del acto, el rector del Universidad, Fernando Galván ha dedicado unas palabras al artista para centrarse en la cualidad de Forges de sobresalir, entre otras firmas de caricaturistas, por su faceta "dibujante de chistes en serio".

En ese sentido, Galván ha reconocido como una de las principales contribuciones del autor ponerse al lado de los sin voz para defender causas solidarias.

"Forges nos ha aportado a todos: nos ha enriquecido su humanidad, su compromiso ético y su defensa de la dignidad y decencia del ser humano, con sus viñetas que decían 'Pero no te olvides de Haítí" y que ahora dicen "Pero no te olvides de los refugiados".