Saura: "No hay película mía que no sea musical"

En la Seminci, ha anunciado que su próxima incursión tendrá como protagonista La Jota.

Carlos Saura
Carlos Saura

Carlos Saura vivió de niño la guerra civil y la posguerra, de la censura aprendió a rodar "con improvisación y una gran economía de medios", y ha dedicado a la música de raíz la tercera juventud de su trayectoria cinematográfica, aunque "no hay ninguna película mía que no sea musical", ha aclarado en Valladolid.


La música, la partitura, "es el único lenguaje universal que existe", ha afirmado quien ya en una de sus primeras películas, 'Pepperment Frappé' (1967), introdujo parte de la grabación que el compositor Óscar Esplá realizó en 1961 del drama religioso conocido como 'El Misterio de Elche', sobre la Asunción de la Virgen.


De su madre, pianista profesional, heredó su pasión por la música, "algo que ha estado dentro de mí toda la vida", aunque le queda la "gran frustración" de no haberla podido estudiar", de no poder interpretar una partitura, ha añadido Saura (Huesca, 1932) esta mañana en Valladolid, donde ha presentado 'Zonda, folclore argentino', su última incursión en los ritmos de raíz.


Ha sido en la 60ª Semana Internacional de Cine (Seminci), donde ha proyectado fuera de concurso una cinta que le ha devuelto a la Argentina, un país donde ha rodado hasta en tres ocasiones: la primera con 'El sur' (1991), la adaptación de un cuento de Jorge Luis Borges, y más tarde con 'Tango' (1998).


Ahora se añade 'Zonda, folclore argentino', para reivindicar la cultura india en ese país donde, en su opinión, "parece que está desapareciendo", al igual que en España las canciones populares que él escuchaba de niño durante la Guerra Civil en boca de milicianos, obreros y mujeres en las colas de las tiendas.


"Es un material que está un poco abandonado y habría que recuperarlo", ha reflexionado antes de recordar que su primer contacto con el cine musical se lo facilitó el productor Emiliano Piedra para rodar 'Bodas de sangre' (1981) con Antonio Gades y Cristina Hoyos.


Ahí empezó todo y luego vinieron 'Carmen' (1983), 'El amor brujo' (1986), 'Flamenco' (1995), 'Tango' (1998) y 'Fados' (2007), entre otras propuestas, hasta desembocar en 'Zonda, folclore argentino', para la que se documentó durante diez días en el noroeste de Argentina y que también ha concebido como un homenaje a Mercedes Sosa 'La negra', y a Atahualpa Yupanqui.


A la primera se ha referido como una de las cantantes "más prodigiosas" y del segundo, "un poeta formidable y un gran guitarrista" del que ha recuperado una canción por la que estuvo preso.


"Cuando he trabajado, nunca me he sentido extranjero ni en Argentina ni en Méjico, y tampoco en ningún país latinoamericano", ha precisado antes de anunciar que su próxima incursión tendrá como protagonista a La Jota. 

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