Manuel Arcón, el último maestro de las formas
La exposición 'Las formas de la vida' de Manuel Arcón puede visitarse en las salas del Museo Pablo Gargallo hasta el 24 de enero de 2016.
En la exposición de Arcón hay varias esculturas solemnes y esenciales que recuerdan a Maillol, entre ellas Soñadora de 2010 hecha en piedra de Ulldecona que recuerda la Mediteránea de 1900. Una belleza esencial y atemporal de gran calado. Adolescencia de 1990 también se podría relacionar y, cómo no, Maternidad de 1985 que nos lleva a Mujer agachada de Maillol.
Manuel Arcón también se hizo notar en la plástica aragonesa a una edad avanzada. No hay que preocuparse, Maillol empezó a destacar en la escultura a los cuarenta años. Al nuestro artista también le han interesado otros artistas del siglo XX, como seguramente José Clará, que también representa esa tradición mediterránea y de clasicismo atemporal o el británico Henri Moore.
En cambio hay cosas que separan a Arcón de los postulados artísticos de algunos de los mencionados. Los mediterráneos buscaban un clasicismo que los alejaba de los postulados vanguardistas, en cambio Arcón, y esto lo explica estupendamente Rafael Ordóñez Fernández en el texto del catálogo, no milita en la dicotomía de la figuración y la abstracción. Arcón, discípulo de Félix Burriel, ha trabajado en la imaginería religiosa, en la minuciosidad de la joyería, en el monumento conmemorativo de encargo y también ha investigado en las formas esenciales de la escultura creativa tanto en el campo de la figuración como en el de la abstracción y siempre con un rechazo de los detalles y las anécdotas. Manuel Arcón es un artista con planteamientos que van de la idea a la forma. Ejemplo de que no importa la dicotomía expuesta lo tenemos en el monumento a Julio Alejandro instalado en Huesca en 2008 que lo resolvió con una cabeza casi ciclópea, retrato de Julio Alejandro, junto a unas formas abstractas, llamadas Vértigo ascendente. Una conjunción y una síntesis genial.
A pesar no haber querido dedicarse a la enseñanza, Manuel Arcón tiene también discípulos, como Alberto Gómez Ascaso, Luis Hinojosa y otros que han recibido de él sus planteamientos. Como dice Gómez Ascaso el magisterio de Arcón consiste en "la audacia de aunar la tradición escultórica con la libertad más solitaria y sublime de la abismal intemperie". Arcón ha enseñado con su ejemplo.
Esta es una de las exposiciones más interesantes que se han organizado de Manuel Arcón.