Londres recibe a Goya como la "exposición de la década"

Los diarios británicos destacan la muestra de autorretratos del pintor aragonés en la National Gallery.

Visitantes de la exposición de autorretratos de Goya en la National Gallery de Londres observan una de sus obras.
Visitantes de la exposición de autorretratos de Goya en la National Gallery de Londres observan una de sus obras.
AFP

«Es la exposición de la década», según Mark Hudson, crítico de arte del 'Daily Telegraph'. Los expertos no ahorran en elogios cuando hablan sobre la muestra 'Goya: Los Retratos', que este martes se abrió al público en la National Gallery, el museo nacional británico. Francisco de Goya y Lucientes regresa a Londres, donde en febrero el Courtauld presentó el cuaderno casi completo de 'Brujas y Viejas', una de sus últimas obras.


Si el Courtauld se empeñó en reunir uno de los ocho álbumes que Goya elaboró para sus amigos y que se dispersaron en hojas por museos y colecciones, el comisario de esta nueva exposición, el anglo-francés Xavier Bray, ha pasado una década estudiando y buscando sus retratos. Presenta aquí 70 de los 150 que sobreviven y que suman un tercio de la obra total del pintor.


La exposición se divide en siete salas que desvelan, en orden casi cronológico (en las dos últimas, los retratos de amigos y familiares son de distintas épocas), la evolución de un Goya deudor de Velázquez, en el contexto de su posición y de la vida política española. Era, hasta su primer retrato célebre -el del conde de Floridablanca-, un artista reconocido por su obra religiosa y en tapices.Escenas cotidianas


Bray explica que, desde ese retrato de Floridablanca, el pintor rompe con los moldes del Renacimiento y presenta a sus personajes de modo más informal y humano. Es más rígido en aquella primera obra que en la que ejecuta, en 1873-74, para la familia del Infante don Luis de Borbón. Es una escena casi cotidiana: el infante juega a las cartas, mientras una sirviente hace el pelo a la joven esposa, María Teresa.


Cuando ya ha entrado en la corte y retrata a Carlos III, no ha de tomarse como una caricatura. Esa larga nariz era real. Y cuando el sujeto es el conde de Altamira, el contraste entre la talla menuda del hombre que posa y la silla en la que se sienta registra esa «extraña inocencia» común a los retratos, según Bray.


Hay un tiempo feliz en esta exposición, cuando Goya es primer pintor de la corte y sus personajes son Carlos IV, su mujer, María Luisa, y la duquesa de Alba, ambas vestidas de majas con mantilla. O cuando retrata a sus admirados reformadores, Jovellanos y Saavedra.


Pero también un tiempo de desolación, cuando se autorretrata aparentemente agónico y ayudado por el doctor Arrieta. La muestra presenta préstamos del Prado y de otros museos que nunca antes habían viajado, e incluye el retrato de Don Valentín Bellvís de Moncada y Pizarro, que permaneció inédito en la familia hasta su compra por la colección Villar Mir.



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