Con más de 30 años de carrera a sus espaldas, la actriz y presentadora Ana Obregón se sube a las tablas para representar la obra 'Sofocos+' junto a las actrices Elisa Matilla, Fabiola Toledo y Teté Delgado, que inaugura este sábado la nueva temporada del Teatro de las Esquinas (19.00 y 22.00. Domingo, 19.00). Este nuevo montaje se suma al éxito de 'Sofocos', 'Más Sofocos' y 'ReSofocos', cuatro comedias que han llegado a más de 200.000 espectadores.

La obra aborda en clave de humor los cambios hormonales de las mujeres al llegar a la menopausia, cuenta con la colaboración del actor Carlos Sobera y con vestuario y escenografía a cargo de Agatha Ruiz de la Prada.

En 'Sofocos+', Ana Obregón deja a un lado la televisión y el cine y apuesta por enfrentarse cara a cara con el público. El reto: hacer que se divierta.

-¿Es la primera vez que se sube a un escenario teatral?

-Es mi primera experiencia en teatro y la verdad es que es maravilloso. Cada día que me subo al escenario y siento las risas del público es un regalo de verdad. Era una espinita clavada, una experiencia que no es que me de rabia no haberlo hecho antes porque la verdad es que no había tenido tiempo hasta este momento. Llevo 30 años en el mundo de la interpretación y no he parado de hacer series, películas, programas...

-¿Y cómo valora su debut?

-Ahora me siento feliz porque lo he probado. Era un reto y estoy muy contentan con el resultado y, sobre todo, con lo que siento interiormente cada vez que acaba una función. Es inexplicable lo bonito que es recibir ese aplauso de verdad del público. Mucho más gratificante que cuando te dicen que has tenido siete millones de espectadores o un 'share' del 40%. Mucho más.

-En la obra, Elisa Matilla, Fabiola Toledo y Teté Delgado le dan la réplica...

-Son muy buenas y tienen muchas tablas. Han hecho muchísimo teatro, muchísimas giras y es importante poder debutar con tan buenas actrices. Nos llevamos muy bien, hemos hecho un equipo con muchísima química y muchísima complicidad.

-¿Cuál es el secreto del éxito de Sofocos+?

-Mantenemos al público riendo durante dos horas seguidas. Se lo pasa muy bien. La verdad es que es una obra en la que el público, a los dos minutos del comienzo, ya está muerto de risa. Eso es lo más difícil hoy en día en la situación en la que vivimos; conseguir que la gente se olvide por instante de sus problemas. Ahí reside el éxito de la obra.

-¿Es importante desdramatizar un tema como la menopausia?

-Por supuesto. En la obra se habla de los cambios hormonales en las mujeres, los sofocos, pero es solo un pretexto teniendo en cuenta que también se alude a los cambios hormonales en los hombres. Algo de lo que casi nunca queréis hablar pero vamos, los sufrís y con efectos secundarios mucho peores.

-Todavía estamos en una sociedad machista.

-Muy machista. Eso está claro.

-'Sofocos+' es una obra hecha por y para mujeres pero no solo para ellas...

-Es para mujeres y hombres, para todo tipo de público. Claro que sí.

-A día de hoy, ¿qué le da más sofocos, la posibilidad de quedarse el blanco en el escenario o la prensa del corazón?

-Ni lo uno ni la otro. Ya estoy curada de espanto de la prensa del corazón después de treinta y tantos años ahí. Sinceramente, ya es como si no existieran. Y lo de quedarme en blanco, nunca me ha dado miedo en ningún momento. Ni retransmitiendo las campanadas, ni presentando un directo, ni en el escenario. Saco partido de todo, hasta de quedarme en blanco. Eso es lo bueno de cumplir años y acumular experiencia, que adquieres muchos recursos. Pero le advierto que los he tenido siempre, desde que empecé en cine y televisión.

-No ha dejado de trabajar desde que comenzó la gira...

-Este año no he parado con las funciones de 'Sofocos+' y entre medio he rodado una película, por lo que tuvimos que parar la gira. No he tenido vacaciones y seguimos con las representaciones hasta final de año. Después creo que me merezco unas pequeñas vacaciones porque estoy de verdad agotada.

-Lina Morgan fue una actriz que estuvo y estará siempre presente en tu vida…

-Ha sido mi maestra, mi ejemplo y mi amiga. Para mi fue mi bonito que estuviera conmigo en el último programa en el que ella actuó, hace dos años, en la Gala de Reyes que presenté en Televisión Española. La verdad es que tengo muy metido en mi memoria esos últimos momentos en los que compartimos escenarios y televisión. Había muchísima complicidad entre nosotras desde el primer momento que empezamos a trabajar en 'Hostal Royal Manzanares'.

-Hacer sonreir a la gente, ¿es el mejor trabajo al que se puede dedicar una persona positiva como usted?

-Sé que con esta obra estamos consiguiendo algo que es lo más difícil del mundo: que la gente se ría. Hacer llorar es muy fácil. Lloramos todos, constantemente, con la crisis, con los problemas... Hacer reír al público es un regalo.

-¿Dónde encuentra la felicidad Ana Obregón?

-Siempre digo que la felicidad es ese instante entre una putadita y la siguiente. Así que doy con ella cuando llega ese instante y, desde hace muchos años, la felicidad que encuentro es la interior, que es la verdadera.