El torero Jiménez Fortes ya articula algunas palabras
Evoluciona "positivamente" de la gravísima cornada que sufrió en el cuello el domingo.
El torero malagueño Saúl Jiménez Fortes evoluciona "positivamente" de la gravísima cornada que sufrió en el cuello el pasado domingo en Vitigudino (Salamanca), tanto que, esta misma tarde, ha empezado a articular algunas palabras desde el percance, ha confirmado a Efe su apoderado Nemesio Matías.
Matías ha desvelado que Saúl ha querido transmitir tranquilidad a su familia y más allegados, señalando que está "bien" y "cansado", que "no tiene miedo" y que se acuerda "de todo lo ocurrido".
De momento son vocablos "sueltos", ya que tiene toda la zona de la cara "muy hinchada", cuerdas vocales incluidas, lo que le impide poder conjuntar todavía "una frase de seguido", ha reconocido su apoderado.
Otra buena noticia es que sigue sin aparecer la temida fiebre, que denote alguna infección en la herida, y permanece consciente, estable y respirando por sí mismo.
Para su apoderado, Fortes es "de otro planeta", ya que, después de los dos "tabacazos" (vocablo que se utiliza en la jerga taurina como sinónimo de un grave percance) que ha sufrido este año, "es él el que transmite serenidad y calma a los demás, como restándole importancia".
A pesar de la buena evolución del joven espada malagueño, aún es pronto para establecer ningún plazo de recuperación, ni siquiera cuántos días deberá permanecer más en la UCI, mas lo importante es "seguir ganando días y que vaya siempre para adelante y no de ni un solo paso hacia atrás", ha concluido Matías.
Fortes lleva ya cinco días ingresado en la UCI del hospital Clínico de Salamanca, donde en la madrugada del domingo al lunes fue operado, por espacio de cuatro horas y media, de una gravísima cornada en el cuello que le produce importantes lesiones en la región facial.
Una cornada en la región mandibular izquierda, con traumatismo facial y cervical, y dos heridas más que afectan en 15 centímetros a la región laterocervical izquierda, base de la lengua y fosa amigdalina, además de fractura de maxilar superior, desgarro a nivel de paladar blando, así como fractura de vómer, lámina perpendicular del etmoides y rostrum esfenoidal.
