El Cristo del Rebate, restaurado por el taller de Tarazona Monumental

Es la imagen más antigua de las que procesionan en la Semana Santa turiasonense.

El Cristo del Rebate, de la iglesia de La Merced de Tarazona, se encuentra en la sala del palacio episcopal donde se desarrolla el VII Taller de Restauración de Bienes Muebles impulsado por la Fundación Tarazona Monumental.


Es la imagen más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa turiasonense. “Es una obra muy importante porque además es de uno de los discípulos de Juan de Anchieta, uno de los grandes escultores de la época, y lo cierto es que es de gran calidad. Tiene muchos barnices y dos capas de repintes, que estamos retirando y sale debajo oro y estofados de gran calidad”, explica la directora del taller de restauración, Nerea Otermin.


Este Cristo, de medianas dimensiones pero de expresión natural en el dolor, era el titular de una ermita que se levantaba en las cercanías del convento de las Carmelitas de Santa Ana, antes ya del año 1335. A finales del siglo XVI, la sagrada imagen desapareció, siendo encontrada poco después por unos niños debajo de un puente de la acequia cercana, por lo que desde entonces se denomina aquel lugar ‘Puente Cristo’.


El entusiasmo y devoción popular originados por el hallazgo dieron motivo para que fuese creada una numerosa cofradía ‘de los pelaires’ o de los artesanos. Desde aquel año, 1582, la imagen del Cristo del Rebate se encuentra en la iglesia de la Merced.Otras obras

Pero durante los seis meses de duración del taller de restauración, serán varias las piezas que serán intervenidas, hasta un total de cinco. De hecho, el proceso ha finalizado ya en la talla titular del retablo de Santiago perteneciente a la capilla del mismo nombre de la catedral de Santa María de la Huerta. De autor desconocido y atribuida la policromía a Pedro Díaz de Oviedo, data de 1497. Tras su intervención, la pieza forma ya parte de la exposición temporal ‘Aragón y Flandes. Un encuentro artístico (siglos XV-XVII)’ que está a disposición del público en el edificio Paraninfo hasta el 20 de julio.


Parece que el retablo de Nuestra Señora de la Esperanza de la iglesia de la Magdalena será la obra más complicada del taller de este año, “porque tienes que trabajar en un andamio, tienes que coordinar a los distintos becarios que no están acostumbrados a un trabajo ‘in situ’, con lo cual es complicado la organización de ese trabajo pero yo creo que saldrá bien, como todos los años”.


El retablo, del siglo XVI, ya ha sido intervenido en varias ocasiones anteriores, y tiene partes que no son originales. “Hay muchos barnices oxidados, faltas de volumen… y algunas partes del soporte sufren ataque biótico. Habrá que ver qué grado y cómo afecta a la estructura, aunque en principio parece que está bien, con lo cual no hay peligro”, asegura Otermin.


También está previsto revisar una escultura de alabastro de época medieval de San Pablo, que “es muy interesante porque todavía mantiene parte de la policromía original”, y un cuadro del Ayuntamiento de Tarazona del siglo XVII “que es un exvoto”.


El taller comenzó en abril y finalizará en septiembre. Durante los meses de verano se incorporarán becarios, este año dos grupos: uno de la Escuela de Restauración de Huesca, y otro de la Universidad del País Vasco.