La otra vista de Jaca que pintó Joaquín Sorolla

El pintor regaló a su hija un estudio que permanece en la familia, en recuerdo de su boda en 1914 en la ciudad altoaragonesa

Otro de los estudios preparatorios que Sorolla realizó del valle
La otra vista de Jaca que pintó Joaquín Sorolla

El pintor de la luz y de las playas mediterráneas también quedó cautivado por las majestuosas montañas del Pirineo, por sus bosques y los atardeceres sobre los campos de labranza. El Museo Sorolla de Madrid alberga varios estudios de Jaca y del entorno que realizó en 1914, cuando el artista valenciano se instaló con su familia unos meses en la ciudad altoaragonesa para preparar el gran lienzo de ansotanos ‘Aragón. La Jota’, uno de los cuadros que viajaría hasta Nueva York dentro del ambicioso encargo ‘Visión de España’ de la Hispanic Society of America.


Y entre estas vistas jacetanas, notas de color y estudios preparatorios de la orografía de la zona para después ejecutar el gran lienzo de Nueva York, se encuentra una más desconocida por haber permanecido en la familia, y que tiene un doble valor pictórico y sentimental. Con una dedicatoria firmada con su puño y letra, el artista la regaló a su hija María en recuerdo de su boda con el pintor y discípulo Francisco Pons Arnau, que tuvo lugar en la propia catedral de Jaca en septiembre de 1914.


“No sabemos exactamente en qué momento se la regaló, porque pone 1915, por lo que o puso mal la fecha o se la regaló en el aniversario de su boda”, explica Blanca Pons Sorolla, bisnieta del artista y estudiosa de su obra, quién destaca el valor de su rúbrica puesto que “Sorolla no firmaba mucho, solo firmaba cuando regala y dedica, y no siempre”. Con la dedicatoria “A mi hija María Sorolla. 7 de Septiembre Jaca 1915. Su padre”, el pintor inmortalizó aquel lazo que quedó entre la familia y la ciudad altoaragonesa.


“A Sorolla le impresionaron mucho esas montañas”, y realizó diversos apuntes para el fondo del lienzo ‘La Jota’, si bien “este estudio es de los más completos ya que en él se ve el valle, las montañas, los árboles y los campos de labranza que estaban amarilleando en ese momento”, explica Pons.


“Sorolla le dijo a mi abuela que si quería casarse en esa fecha tenía que ser en Jaca, porque él estaba pintando allí”, un acontecimiento familiar del que queda constancia en una fotografía de los Sorolla a las puertas de la magna catedral, en la que el pintor mira embelesado a su recién desposada hija, la niña de sus ojos.


De Ansó a Nueva York


Corría el año 1911 cuando Joaquín Sorolla y Bastida recibiría un encargo vital, pintar ‘Visión de España’, 14 grandes paneles que representaran la diversidad de las regiones para la Hispanic Society de Nueva York, centro difusor desde hace más de un siglo de la cultura española en Norteamérica. Su promotor, el hispanófilo y mecenas Archer Milton Huntington, firmó un contrato con el pintor por 150.000 dólares para ejecutar una empresa artística que le llevaría a penetrar en el ser de los pueblos españoles y a plasmar una España intensa, colorista, de tradición y singularidades.


En aquel ‘collage’ rotundo eligió para Aragón una escena festiva de jota protagonizada por ansotanos, por lo que realizó varias incursiones en el valle oscense y decidió instalarse en Jaca para pintar el lienzo. “Ansó es admirable para pintar personas así que cuando toque hacer estudios de Aragón, volveré para estudiarlo”, decía el valenciano en la correspondencia a su esposa tras su primer viaje al enclave.


Entre los trabajos preparatorios y el panel final Sorolla ejecutó una veintena de obras de la zona, la mayoría de ellas depositadas en el Museo Sorolla de Madrid. Entre ellas, los célebres estudios de tipos ansotanos 'Abuela y nieta' (1911) y 'Tipos del valle de Ansó' (1914) en los que el artista inmortalizó en el primero a las ansotanas Sebastiana Puyó y a su nieta Sebastiana Brun, y a esta misma joven junto a su prima Pascuala Mendiara en el segundo, que posaron para el pintor aprovechando sus viajes a la capital cuando iban a vender té y hierbas.Exposición ‘Sorolla y Estados Unidos’ en Madrid

Unos años antes de recibir el encargo de la Hispanic de Nueva York, Sorolla ya había expuesto en Estados Unidos con un éxito sin precedentes. La fructífera vinculación entre el artista y Archer M. Huntington fue crucial en la ‘conquista’ americana de Sorolla, que acabó realizando 54 retratos para la distinguida sociedad americana en la que lo introdujo el hispanófilo, además de numerosos encargos y compras de museos y coleccionistas privados.


Este periodo centra una de las exposiciones clave que se ofrecen estas semanas en Madrid organizada por la Fundación Mapfre, ‘Sorolla y Estados Unidos’. Hasta el próximo 11 de enero puede visitarse esta muestra en la que a través de 150 obras, apenas conocidas en Europa, da cuenta de cómo Sorolla sedujo a los estadounidenses con sus escenas de playa, sol mediterráneo, jardines y retratos.


Así, se pueden ver préstamos excepcionales del Metropolitan Museum of Art, Brooklyn Museum, The Morgan Library, Museum of Fine Arts de Boston, el Art Institute of Chicago o el Philadelphia Museum of Art, entre otras muchas instituciones.


El exposición muestra obras tempranas como ‘Otra Margarita’ o ‘El Puerto de Valencia’, soberbios retratos familiares, de personajes de la sociedad cultural española de la época o de americanos como William H. Gratwick o Louis Comfort Tiffany, entre otros, así como los encargos de temas típicamente españoles realizados por el magnate Thomas Fortune Ryan, entre ellos, escenas andaluzas y la obra ‘Cristóbal Colón saliendo del Puerto de Palos’.