Un primer paso hacia un hogar inteligente

Sensores ambientales, detectores de movimiento, cámaras y tabletas para controlarlo todo

La tableta y dos sensores.
Un primer paso hacia un hogar inteligente

Internet llegó a los ordenadores del trabajo, primero, y de casa, después, como un genial invento que permitía comunicarse e interactuar con personas de cualquier lugar del mundo. Luego se metió en el bolsillo a través de los móviles. Con más pena que gloria, ha dado el salto al televisor, aunque su utilidad allí está todavía en muchos casos por pulir. Y lo próximo es ‘internet en las cosas’: objetos conectados que conviertan las casas en hogares inteligentes de manera sencilla e intuitiva.


Archos Smart Home es una primera aproximación a esta revolución con la que en un futuro cercano se controlará cada aspecto del hogar de forma remota y se programarán acciones determinadas en función de los datos recabados por los sensores repartidos por casa. El ‘starter pack’ de Archos consta de cuatro sensores, dos minicámaras y una tableta para controlar los dispositivos, todo ello por un precio de 230 euros. 


El control remoto de este ‘kit’ tiene una pantalla de siete pulgadas con una resolución algo baja (1024 x 600 píxeles) y una respuesta táctil mejorable. A pesar de que se puede usar como cualquier tableta para navegar por internet, escuchar música, reproducir vídeos o instalar todo tipo de ‘apps’, la Smart Home Tablet no está pensada para convertirse en el dispositivo principal del usuario –sus especificaciones no le dan la fluidez de una tableta de gama media o alta–, sino para ser el nuevo centro de control del hogar conectado.


Con la Smart Home Tablet, el usuario controlará, a través de una sencilla interfaz, las acciones en función de los datos registrados por los instrumentos de medición (que Archos ha llamado ‘tags’). Están incluidos en el ‘pack’ y son dos sensores de movimiento, dos ambientales y dos cámaras. 


El ‘tag’ de movimiento tiene un tamaño ligeramente superior a una moneda de dos euros y consta de dos partes que están unidas por un campo magnético que cuando se rompe envía una señal por ‘bluetooth’. Una vez colocado en el bisel de una puerta, el usuario podrá programar, por ejemplo, que, cuando esta se abra, una de las cámaras haga una fotografía o grabe un breve vídeo y envíe un ‘mail’ para, a través de una ‘app’, comprobar quién ha entrado en casa. También cuenta con un acelerómetro, por lo que se puede colocar en cualquier objeto y programar una alarma que avise cuando alguien lo manipule.


La cámaras, que funcionan con tres pilas de botón que prometen una autonomía de 1.000 fotografías, también se pueden controlar de forma remota y en todo momento con la aplicación gratuita y disponible para dispositivos iOS y Android, lo que permitirá al usuario tener un par de ojos extra en casa cuando esté fuera. Con una resolución VGA de 680 x 480 píxeles, no lograrán ganar premios de fotografía, pero será suficiente para hacernos una idea de lo que sucede al otro lado. 


Archos también ha incluido en el ‘pack’ dos ‘weather tags’, sensores capaces de registrar cambios en la temperatura y la humedad del ambiente, tanto en interiores como en el exterior. El usuario podrá, por ejemplo, programar alarmas que le avisen de los cambios climáticos bruscos.


En camino están otros dispositivos: la Smart Cam, una cámara de vigilancia con un sensor de 5 megapíxeles y grabación en 720p, que cuenta con sus propios detectores de movimiento y resistencia al agua para poder ser colocada en exteriores; la Motion Ball, que percibe cualquier movimiento de día y de noche en un radio de 10 metros; el Smart Plug, un enchufe inteligente que encenderá de forma remota cualquier electrodoméstico o lámpara que tenga conectado; o la Siren Tag, una alarma programable. 


Por el momento se desconoce la fecha y el precio de estos dispositivos extra.