Estudian una grieta que va en aumento en la muralla del Castillo de Alcañiz

Técnicos del Departamento de Patrimonio analizaron ayer la afección, en la que ya se han colocado unos testigos de movimiento

Grietas en la zona este del recinto amurallado, junto al torreón de las banderas.
Estudian una grieta que va en aumento en la muralla del Castillo de Alcañiz
Ayuntamiento de Alcañiz

Las profundidades de la capital bajoaragonesa son uno de sus mayores tesoros, pero también la causa de muchos de sus males. Los problemas geológicos de Alcañiz se hacen cada día más visibles y reclaman una fuerte inversión económica que por el momento no llega. La última problemática en resurgir se encuentra en el lado este del recinto amurallado del Castillo Calatravo, junto al torreón donde se izan las banderas. Una grieta ya existente en la pared ha aumentado considerablemente en los últimos meses y ya acumula ya siete metros de largo. Además, se ha formado una grieta nueva en la parte superior, en el hormigón del aparcamiento del Parador. Para prevenir cualquier incidente, se ha acordonado la zona de parquin para evitar que el peso de los coches afecte a la estructura del muro. "No es peligrosa y el riesgo de desprendimientos de envergadura es mínimo", afirmó el alcalde y concejal de Obras, Juan Carlos Gracia Suso.


Ayer comprobaron el estado de la grieta un técnico de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, la arquitecta municipal y dos técnicos de la empresa de geotecnia contratada para analizar la evolución y las posibles causas de las grietas, Geoscan. Desde el Departamento de Obras del Ayuntamiento se considera que la reparación de la grieta no es complicada pero antes será necesario saber qué la origina. Se prevé que en febrero del próximo año se pueda contar con los resultados de los dos estudios. Con el informe técnico en la mano, el Consistorio buscará ayudas de otras administraciones en caso de que se deban ejecutar obras de reparación.


Ya se han colocado seis testigos sensibles al movimiento para realizar un estudio taquimétrico en la parte intermedia y superior del paño del muro agrietado. Con ello se obtendrán las coordenadas para comprobar periódicamente si se mueve la grieta. El coste de estos trabajos es de 2.159 euros. Actualmente se sigue el mismo proceso en la peña de la Encarnación, un roca sobre la carretera de Castelserás que se ha movido un metro en los últimos 16 años.


Asimismo, en esta zona han aparecido grandes manchas de humedad al igual que en la base de la torre del Castillo más cercana. Desde el Departamento de Obras municipal valoran que es necesario un estudio del terreno, especialmente de las zonas subterráneas con canalizaciones de agua. Una vez realizado el sondeo, se colocará un piezómetro, un elemento que permitirá estudiar el interior del cabezo de Pui Pinos. El coste es de 2.865 euros.