Guinness de aquí

El libro que recoge los mayores y más sorprendentes retos conseguidos en la historia cumple 60 años con una edición especial. Aragón suma peculiares y originales hitos que resultan tan increíbles como únicos

Graus (Huesca) logró inscribir su nombre en el libro Guinness de los Récords el 27 de julio de 1996 al elaborar la longaniza más larga del mundo. Al año siguiente, a este reconocimiento se le sumó el de tener la mayor parrilla jamás fabricada,.
Guinness de aquí

Graus (Huesca) logró inscribir su nombre en el libro Guinness de los Récords el 27 de julio de 1996 al elaborar la longaniza más larga del mundo. Al año siguiente, a este reconocimiento se le sumó el de tener la mayor parrilla jamás fabricada, necesaria además para poder asar el embutido que, entonces, medía 500 metros. Esta fiesta es todo un referente y, en la última edición, se repartieron más de 1.100 kilos en unas 8.000 raciones individuales. HA


En 2013, una gran estructura instalada en el Parque de Oriente de Zaragoza fue reconocida como el reloj solar más grande del mundo. Esta singular obra es la única representación aragonesa que forma parte del recién publicado ‘Guinness World Records 2015’, la edición especial para celebrar su 60 aniversario, que reúne algunos de los más originales y espectaculares hitos de la historia a nivel mundial.


Las ganas de pasar a la posteridad han estado detrás de muchas de las iniciativas que, a lo largo de los años, han escrito el nombre de Aragón en este célebre libro. Unas propuestas donde la imaginación, y en muchos casos la participación popular, han permitido alcanzar hitos únicos en todo el planeta. Los récords que se han logrado han sido también muy variados: desde reunir al mayor número de cantadores, o de bailadores, de jota, hasta confeccionar la cola de frac más larga, con casi 100 metros de tela. 


Mariano Ciutad, presidente de la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus (Huesca), recuerda que este municipio ostenta dos récords Guinness –al embutido más grande asado en la mayor parrilla (de 25 metros cuadrados)– desde 1996 y 1997. "Intentamos potenciar no solo la longaniza, sino la tradición y la cultura". Algo que, además, arrastra el turismo. La Fiesta de la Longaniza, declarada de Interés Turístico de Aragón, atrae cada año a unas 9.000 personas. Con los reconocimientos que suma "pensamos que estamos haciendo bien los deberes".


Una vitrina del despacho de la alcaldesa de Cella guarda el diploma que reconoce a esta localidad turolense el honor de haber elaborado, en septiembre de 2000, el "plato más grande de patatas bravas", con 2.040 kilos de este tubérculo (con gran peso en la agricultura local) y la colaboración de 230 voluntarios. "Ese año retomamos la Feria de la Patata, tras un paréntesis". La responsable municipal, María Jesús Pérez, cuenta que este certamen "tiene suficiente tirón por sí mismo sin necesidad de estar en el libro Guinness, que vemos como algo anecdótico". 


Ha habido eventos multitudinarios, como la competición de parchís en El Grado (Huesca), que en 2005 aglutinó a 700 jugadores, o la concentración de cantadores de jota (1.092), todo un acontecimiento en las fiestas de Alagón (Zaragoza) de 2012. Todos a una, como en el caso del grafiti más grande (653,99 metros) que, con motivo de la Expo, en 2008, pintaron 170 empleados de Endesa; o el de la recreación de un dominó gigante empleando colchones en Huesca en julio de 2011, que fue posible con la implicación de 526 participantes.


Pero también ha habido hazañas en solitario, como la que el 23 de abril de 2011 protagonizó Francisco Javier Pérez de la Hoz, al completar 127 vueltas de un circuito entre el Club Náutico y la Pasarela del Voluntariado en una moto acuática. 507,2 kilómetros en seis horas fue la marca que defendió unos meses, hasta que le superó otro deportista en Nueva Zelanda.


Entre los retos más recientes está la creación de la cola de frac de mayor extensión, en Teruel, o la apuesta de los periodistas oscenses Fernando Carruesco y Sergio Brau el pasado mes de mayo de intentar batir su propio récord Guinnes, que consiguieron en 2011 tras 60 horas de retransmisión en directo de un programa de radio, aumentando el desafío a 70 horas ininterrumpidas en las ondas.