José Peris Lacasa: "El compositor debe ser honrado y generoso con la sociedad"

El compositor y pedagogo musical José Peris Lacasa cumplió ayer 90 años con plena lucidez, disfrutando de su familia y amigos en Maella –su pueblo natal, donde suele descansar en verano–, satisfecho del último éxito de su música –la pasada semana, en Oviedo– y trabajando en una composición para guitarra española, un proyecto ansiado desde hace años.

¿Y cuál es la clave para llegar a esa edad con esa vitalidad y plenitud de facultades? El maestro cree que no hay otro secreto que seguir trabajando en lo que uno sabe con la misma ilusión del primer día. "Es una pena que no se prepare a los españoles para que afronten su jubilación, a la que llegan para no saber qué hacer y morirse al poco tiempo de aburrimiento. La vida hay que vivirla hasta el final sin perder el tiempo, trabajando, cuidándose un poco –yo, por ejemplo, tomo mucho aceite de oliva de mi tierra–, sin fumar, procurando estar tranquilo para que no te suba la tensión –aunque a mí me sube a veces cuando tengo en la cabeza la composición y no la concreto en el papel– y haciendo lo que uno sabe hacer desde niño por vocación. Creo que el trabajo dignifica y da salud". Así de seguro está de que esa es la clave de la longevidad.

"Ahora estoy componiendo una obra para orquesta y guitarra española que interpretará el guitarrista Pepe Romero. No lo llamaré concierto –es un término poco español–, tal vez una fantasía, sí, porque hay mucho nivel fantástico en el pueblo y, además, la música es algo que está entre lo fantástico y lo concreto", agrega el profesor.

¿Y la inspiración, existe? "Tajantemente, no. La inspiración es el final del proceso de saber. Y hay que trabajar: Picasso decía que hacía 11 horas de transpiración y una de inspiración. Hay que trabajar pero hay que estar preparado. Dios nos da un don determinado y luego está el oficio, que depende de los maestros que tienes en la infancia. Yo tuve la fortuna de estar con maestros que me supieron encaminar, pero gran parte del problema de las enseñanzas musicales y de la docencia en general en España es que no se ejerce un buen magisterio y los diamantes en bruto –como dicen en Alemania– que son los niños no desarrollan sus potencialidades".

El discurso del maestro Peris Lacasa adquiere cada vez más interés: "Además de todo eso, el compositor y el artista en general debe ser honrado. Uno ha de ser honrado en todos los ámbitos de la vida, al margen de lo que nos toca vivir en esta sociedad tan complicada. Y ser generoso, regalar a la sociedad lo que haces, como microcreador, gracias al regalo que te dio el macrocreador del Universo. Y no olvidemos que la música es muy importante: la gente se entiende mejor si acostumbra a oír música".Sus memorias

José Peris lleva un tiempo enfrascado en la redacción de sus memorias para que quede constancia de su labor en favor del acercamiento de la música al pueblo. Allí contará detalles de su trabajo como catedrático en Alicante y en la Autónoma de Madrid, de su importante labor como asesor de la Casa Real y de los reales sitios en materia musical. Así, durante 30 años ha sido conservador de los Stradivarius Palatinos –2 violines, 1 viola y 2 violonchelos (uno sin decorar)– que se fabricaron expresamente para la corte de Felipe V. "Me eligieron a pesar de que yo les expuse que venía de familia de republicanos", recuerda con humor. Sobre estos instrumentos tan valiosos, afirma que deben tocarlos grandes intérpretes porque parece que tienen alma y si no los tocan bien se entristecen y suenan mal durante algún tiempo.