El eccehomo sigue recibiendo más de 2.000 visitas al mes después de dos años

La fundación Sancti Spiritus celebra hoy
en Borja, con un concierto en la ermita y un vino posterior, el aniversario de la difusión internacional de la fallida restauración

La pintura del eccehomo, tal cual quedó después de la restauración fallida.
El eccehomo sigue recibiendo más de 2.000 visitas al mes después de dos años
Guillerm Mestre

Ya han pasado dos años desde que el eccehomo traspasó los muros de una pequeña iglesia de Borja y llegó a todos los rincones del mundo, aunque su interés, lejos de diluirse con el tiempo, se mantiene. Cada día atrae a decenas de personas. Las cifras que maneja la fundación benéfica Hospital Sancti Spiritus, propietaria del santuario de Misericordia y cuyos patrones son el alcalde y los concejales del Ayuntamiento, hablan de que, en 2014, de media, cada mes más de 2.000 turistas pagan la entrada (1 euro de donativo) para poder contemplar de cerca la imagen que desfiguró la octogenaria Cecilia Giménez en verano de 2012 en un intento por restaurarla. 


Hoy se cumple el segundo aniversario de la noticia que apareció en las páginas de HERALDO y que se propagó por todo el planeta en cuestión de horas, tras hacerse eco otros medios de comunicación y las redes sociales. Para celebrar el cumpleaños de su difusión internacional, la fundación ha organizado esta tarde (20.00) un concierto lírico en la capilla, seguido de un aperitivo que se servirá en la plaza del santuario. Ana Echave, concejala de Bienestar Social y vicepresidenta de Sancti Spiritus, indicó que «es una manera de recordar la fecha en la que empezó a existir el eccehomo con un acto festivo que, al mismo tiempo, se plantea como una jornada de convivencia». Para Juan María de Ojeda, concejal de Cultura, se trata de «recordar, de modo sencillo, lo que ocurrió hace ya dos años».


Miguel Arilla, alcalde de Borja y presidente de la fundación benéfica, que gestiona una residencia de ancianos, destacó que en este tiempo han pasado por la iglesia más de 130.000 visitantes, «y muchos han aprovechado para visitar nuestro rico patrimonio y acudir a los bares, restaurantes o comercios». En entradas, se han recaudado 80.000 euros. «Borja –dijo– ha salido beneficiada». 


El fenómeno del eccehomo desató una avalancha inicial de turistas, cuya entrada no se controló hasta mediados de septiembre de 2012, cuando se fijó un donativo para los mayores de 12 años. A partir de entonces, el número de personas y su procedencia se anota en un libro de registros. José María Aznar, que se encarga del mantenimiento del complejo, es quien mejor conoce los detalles y curiosidades que han surgido en torno a esta imagen. «Ayer (por el martes) vino gente de Granada, Zaragoza, Bilbao, Madrid, Burgos, Elche, Tauste, Gallur... y también de Japón y Eslovenia». Por la iglesia, que está abierta todos los días de 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00, han pasado visitantes de lo más variado. Entre ellos, según cuenta Aznar, «una pareja de irlandeses que llegó de propio para ver el eccehomo» o un matrimonio barcelonés que se desplazó hasta Borja en taxi con el objetivo de conocer en primera persona esta peculiar imagen. Entre los recuerdos que atesora está el de una joven que llegó desde la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York, para pasar unos días en Borja y estudiar el eccehomo y hablar con sus protagonistas. «El centro solicitó la colaboración de un estudiante que supiera castellano para viajar hasta aquí» y documentar con fotos y entrevistas lo ocurrido con la imagen pictórica, que se conserva en una pared de la iglesia, tal y como la dejó Cecilia.