Ana Alcolea: "Cuando algo me emociona, sé que tengo que escribir sobre eso"

La escritora zaragozana ofrece tres claves para los autores que se adentran en el oficio de escribir.

La escritora Ana Alcolea
Ana Alcolea: "Cuando algo me emociona, sé que tengo que escribir sobre eso"

Ana Alcolea (Zaragoza, 1962) es licenciada en Filología Hispánica y diplomada en Filología Inglesa. Desde 1986 es profesora de Secundaria. Ha publicado ediciones didácticas de obras de teatro y numerosos artículos sobre la enseñanza de Lengua y Literatura. En 2009 apareció su primera novela para adultos, 'Bajo el león de San Marcos' y ha publicado las novelas juveniles 'El medallón perdido', 'El retrato de Carlota', 'Donde aprenden a volar las gaviotas' y 'El bosque de los árboles muertos'. Con su obra 'La noche más oscura' ganó el VIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil. Su nuevo libro se titula 'El secreto del Galeón'.


-Profesora de Literatura y Lengua durante más de veinticinco años, ¿fue el amor por la literatura lo que te llevó a escribir la primera novela? 


-Siempre hubo amor por la literatura. Pero de jovencita no pensé que fuera a dedicarme a escribir. Cuando era pequeña y adolescente, todos los escritores, o estaban muertos o nos parecían seres de otro planeta, así que no me atrevía a pensar siquiera la posibilidad de ser escritora. Me hice profesora de Lengua y Literatura y escribí ediciones didácticas de obras de teatro, artículos de investigación sobre mitos y temas literarios. Pero no fue hasta 1999 cuando empecé  a escribir una novela. Y fue meses después de la muerte de una persona a la que quería mucho. Se fue de improviso y muy lejos, y quise escribir algo que tuviera que ver con él, con mi primo, y que fuera mi regalo a su memoria. Lo que no podía suponer entonces es que aquella novela se iba a convertir casi en un clásico de la literatura para jóvenes. Me refiero a 'El medallón perdido', que publicó Anaya en 2001, y que lleva ya 21 ediciones.

 

-Generalmente todos los autores tienen sus “rarezas” o “manías” a la hora de escribir, ¿es este tu caso?

 

-No sé si son manías o rarezas. Pero cuando empiezo a escribir no sé lo que va a ocurrir con mis personajes. Los dejo que me vayan llevando. Me parece que una novela es como la vida, de la que sabemos que va a terminar, pero no sabemos ni cómo ni cuándo, ni qué es lo que nos va a ir ocurriendo. Y desde luego, intento escribir con música de fondo, ópera. No es que me inspire más, pero me ayuda a concentrarme. Y me carga de energía. Es como una corriente que pasa a mi cerebro, y de él a mis dedos. Puccini, Verdi, Wagner, Bellini, Massenet…. Los necesito para escribir.

 

-¿Sobre qué tema te gustaría escribir que no hayas tratado hasta ahora? 

 

-No lo he pensado. Siempre escribo a partir de algo que me haya conmocionado, emocionado, conmovido por una u otra razón. Cuando algo así me pasa, sé que tengo que escribir sobre eso. Hay un cuadro en el Louvre que me gusta y me fascina mucho, y quizás un día escriba sobre él. Un retrato femenino. No digo de quién… Pero esa mujer me mira y siento como si me dijera que debo escribir su historia. Ya veremos…

 

 -¿Qué tipo de literatura te ha marcado? ¿Qué autores? 

 

-Los escritores nos nutrimos de literatura. Si no, mal vamos. Espero que todo lo que he leído en mi vida me haya marcado. Desde luego, soy una amante de 'El Quijote'. Y sin los juegos de realidad y ficción que creó Cervantes, y que tan bien nos explicaba Aurora Egido, hoy académica de la RAE, no habría podido escribir muchas cosas. Por supuesto, Shakespeare y su creación de personajes. Proust y su manejo de la prosa. Hölderlin y Novalis, Gimferrer…, como poetas. Mi novela de cabecera en mi adolescencia era 'Jane Eyre', de Charlotte Brönte. Y  'Los Cinco', de Enyd Blyton, con quienes aprendí el mundo de las aventuras en la naturaleza, y a desayunar cosas ricas…

 

-¿Qué consejos les darías a los jóvenes que quieran iniciarse en la aventura de escribir un libro? 

 

-No sé si debemos dar consejos. Pero bueno, cuando me preguntan esto, siempre doy tres:

leer mucho, porque el pensamiento y la escritura se alimentan de pensamiento y de escritura.

Tener una mirada curiosa, y pensar que cualquier cosa, momento, lugar… puede convertirse en literatura. Depende de nuestra mirada. Y también hay que educarla, que alimentarla. Y partir de algo que nos haya emocionado. Si no, difícilmente llegaremos al lector, que es quien crea la novela con el escritor. 


-¿Qué van a encontrar los lectores en 'El secreto del galeón'? 

 

-Hay dos líneas argumentales, una del pasado y otra del presente. Algo que me gusta mucho desde siempre. Una mezcla de realidad y de ficción, aunque todo sea un juego de espejos de ficciones. Unos arqueólogos están investigando sobre los restos de un naufragio. Su historia del presente se mezcla con la historia de las personas que viajaban en el galeón hundido.

Creo que es una novela inquietante, más que otras que he escrito. Hay personajes adolescentes, amor, inseguridades, complejos de culpa. Hay adultos cuyas vidas y deseos y creencias se respiran en la piel de los protagonistas más jóvenes. Hay sucesos aparentemente inexplicables por la presencia de una vieja hechicera de origen africano que guarda unas estatuillas que parecen tener poderes ancestrales… Inquietante y muy personal. Espero.

 

 

*Sandra Andrés Belenguer es licenciada en Filología y escritora.