Catorce canciones compondrán el nuevo álbum de Mariano Casanova, ex componente del grupo Distrito 14. Aunque para que este álbum sea una realidad, es necesario un pequeño empujón de sus seguidores. La música y la letra ya están listas, pero faltan los últimos pasos, su mezcla y producción.

Este trabajo lo realizarán Hugo Westerdahl en su estudio Axis en Madrid, acompañado de Mané Larregla, el último guitarrista de Distrito 14. Pero “cuesta mucho dinero. Y yo no tengo más que deudas que voy pagando a los bancos como puedo, por anteriores producciones", explica Mariano Casanova. Ahí es cuando entran sus fans, que tienen en sus manos que el proyecto tome forma definitiva.

A través de internet, quien quiera puede comprar ya el álbum, que recibirá cuando se pueda terminar, algo que se prevé para el mes de mayo. Si al comprador no le gusta, no hay problema: se compromete a devolver el importe. Además, también se puede adquirir merchandising y entradas para futuros conciertos.

"Quiero que este disco sea lo mejor posible. Quiero que lo que llegue a los oídos de quienes quieran escucharme sea lo mejor posible, sin reservas", asegura el músico. "La ruina en que me dejó la producción de la película ‘Historia de un grupo de rock’ me impide afrontar nuevos proyectos sin colaboración", justifica.

La recogida de fondos comenzó el pasado día 18, por lo que todavía es pronto para hacer balance. Sí se puede hacer del documental sobre la grabación, que ya ha tenido más de 1.000 visitas. En ‘Al final de la ciudad perdida’, el mismo título que el disco, se pueden encontrar algunas de sus últimas canciones. "Parece que ha gustado mucho".

El álbum se mezclará en Madrid, pero la grabación se ha realizado en Zaragoza. Para Mariano es la primera vez que la realiza en su ciudad, algo que califica como una "salvación", ya que pasaba por unos momentos "realmente difíciles". "Pero ahí estaba mi amigo y compañero Enrique Mavilla para dirigir la producción y ahí estaba el personal del estudio que lo hizo de maravilla", agradece.

Después de trabajar en Chigaco, Nueva York o Santiago de Cuba, esta experiencia le ha servido para reencontrarse con su ciudad. "Este disco que acabo de hacer solo se podía hacer en Zaragoza y  me siento el más feliz y orgulloso del mundo por haberlo podido hacer aquí, y con el equipo que ha trabajado conmigo".

Este nuevo trabajo aparece después de casi una década sin pisar un estudio de grabación. Aunque comenzó a gestarse hace ya siete años, en los que el artista ha vivido experiencias de todo tipo. "He tocado el cielo con mis manos, he sido el más feliz del mundo, he vivido lo más maravilloso, lo más bello y a la vez he vivido el miedo más grande y he caído en el infierno más profundo". Una diversidad de emociones que ha plasmado en el disco. "Otra cosa es que haya salido muy herido de esta batalla, que sí, pero ha merecido la pena".

Para los seguidores de su etapa en Distrito 14, un mensaje de tranquilidad. "No hay peligro de haberme vuelto loco y de que me haya puesto a hacer música electrónica para ascensores", ironiza. Eso no quiere decir que no haya diferencias con sus últimos trabajos. "Hay una evolución lógica en este nuevo disco y la riqueza de las composiciones y de la temática de las letras es mayor".

No solo se mantiene el espíritu, sino también muchos de los participantes. "Todos los que me han acompañado son grandísimos músicos con los que ya había tocado, o bien en Distrito 14, o bien al margen del grupo", explica. 

Algunos de ellos son zaragozanos o residentes en la ciudad. Y es que, para Mariano Casanova, "Zaragoza es el lugar de España donde mejor música se hace". Algo poco reconocido fuera. " Grandes músicos, grandes bandas, grandes canciones, se quedan aquí, sin traspasar la frontera de nuestra región o de nuestra ciudad". Aunque el artista mantiene la esperanza. "Quizá algún día esto cambie".