Pío Baroja entre gatos y abrigos

El escritor Jesús Marchamalo y el ilustrador oscense Antonio Santos retratan la intimidad del escritor para Nórdica.

Baroja con su hermano Ricardo
Baroja entre gatos y abrigos

Jesús Marchamalo (Madrid, 1960) es un escritor de escritores: le apasionan sus perfiles, sus secretos, sus dedicatorias, sus bibliotecas, sus relaciones de pareja, el origen de los textos, el fetichismo de los objetos. Es autor de títulos como 'Las bibliotecas perdidas', '39 escritores y medio', '44 escritores de la literatura universal' o 'Cortázar y los libros'. Hace un par de años se publicó un monográfico sobre 'El árbol de la ciencia' de Pío Baroja (1872-1956). A Marchamalo (Madrid, 1960) le encargaron que escribiera un retrato del autor de 'La busca' y él lo hizo con detalles inadvertidos y con humor: contó la vida cotidiana del autor en zapatillas, con sus alacenas, con su gato, con su pluma, con sus dos abrigos y con su soledad de ermitaño que podía tener malas pulgas y resultar desconfiado. "Tenía Baroja un gato, negro como el de los cuentos de brujas, y dos abrigos. Uno oscuro, de paño, de diario, y algo raído, y otro que guardaba en el armario, gris, para los ocasiones especiales", así empezó.


El perfil cayó en manos de Diego Moreno, editor de Nórdica y gran aficionado a los libros ilustrados, y le propuso editarlo con ilustraciones del artista Antonio Santos (Lupiñén, Huesca, 1955). Y ahí está Baroja con sus diversos gatos: en el piso de la calle Mendizábal, de "olor ácido y untuoso", como ha recordado su sobrino Julio Caro Baroja, el escritor vivía con Chepa y Apitia y con su madre. Y en la calle Ruiz de Alarcón tuvo a Miki, que "andaba siempre cerca de la estufa ?la chubesqui- en el salón de aquella casa suya fría como el aliento de la muerte".


Antonio Santos, en diferentes grabados de admirable técnica y precisión, retrata al escritor en primer plano, de paseo por el Parque del Retiro, con uno de sus abrigos o en compañía de Alejandro Sawa, el escritor y bohemio que inspiró a Ramón María del Valle-Inclán, 'Luces de bohemia'. Sawa era todo un sablista o sableador: un día le pidió tres pesetas a Baroja, este no las tenía y Sawa le dijo que las fuese a buscar a su casa, cosa que hizo. "Ya puede usted marcharse. Le dijo entonces Sawa, señalando la mano con la puerta con la mano, aquella mano, explicaba, con la que había tocado de refilón a Víctor Hugo y que no había vuelto a lavarse desde entonces".


En este pequeño texto impresionista se cuentan otras anécdotas: se recuerda el cariño que le tuvo Ernest Hemingway. Lo visitó poco antes de su muerte y le dedicó un ejemplar de la novela 'Adiós a las armas': "A usted, don Pío, que tanto nos enseñó a los que, siendo jóvenes, queríamos ser escritores". El día de su fallecimiento, en octubre de 1956 (nevó en Madrid), Hemingway lloró. También se cuenta el día en que los carlistas estuvieron a punto de matarlo en Vera: lo vieron, le recriminaron que desacreditase su tradición, comprobaron que tenía miedo a sus pistolas, y "parece que don Pío, pálido como un folio, le llamó cochino carlista". Se salvó de milagro, hizo la maleta y se marchó a Francia con su sobrino Julio Caro Baroja. Y allí recordó que había estado en París casi 40 años antes con los hermanos Machado, con el escritor y diplomático Enrique Gómez Carrillo (primer marido de Raquel Meller), y que "vieron pasar, enorme como un oso, despeluchado y lacio, perfumado, a Oscar Wilde".


El oscense Antonio Santos ha explicado que el de Baroja "es un trabajo distinto que he hecho en linóleo desde una perspectiva más clásica. Me ha encantado hacerlo: Diego Moreno, el editor de Nórdica, ha cuidado el libro al máximo. Baroja ha sido decisivo en mi formación. A veces me decían casi con asombro: '¡vaya, pero si se le entiende todo!'. Claro que se le entiende. Es un escritor de referencia para mí con su mundo tan peculiar".


Pío Baroja tiene una clara vinculación con nuestra Comunidad: escribió novelas que suceden en Aragón como 'Los confidentes audaces', 'La venta de Mirambel' o 'La nave de los locos', y se presentó a diputado por Fraga.


'Retrato de Baroja con abrigo'. Jesús Marchamalo. Ilustrado por Antonio Santos. Nórdica Libros. Madrid, 2013. 36 páginas.


[Presentación esta tarde, en los Portadores de Sueños, a las 20.00, con José Luis Melero.]