Aventuras de verano/36

"Bárcenas representa lo peor de la política"

La zaragozana Yolanda Polo es catedrática de la facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Zaragoza y ha sido gestora del Plan Nacional del Ministerio de Ciencia e Innovación entre 2009 y 2012. Es editora de la ?Revista Española de Investigación en Marketing?.

Yolanda Polo
?Bárcenas representa lo peor de la política?
GUILLERMO MESTRE

¿Qué hace una economista y catedrática en verano?

Desde luego no sacar cuentas ni plantear modelos econométricos. Aunque siempre aprovecho para terminar trabajos pendientes y para descansar, para leer más que el resto del año, y especialmente para tener largas sobremesas con mis amigos.


¿Existe alguna relación entre el márquetin, la economía o la crisis y el verano?

El márquetin ayuda en épocas de crisis. Las empresas que saben orientarse al mercado y buscar nichos nuevos tienen más posibilidades de sobrevivir. En verano se tiende más al consumo de productos estacionales, por lo que las empresas que ofrecen otro tipo de producto o servicio tienen que buscar fórmulas para estimular el consumo. A conseguir tal objetivo ayuda tener una buena estrategia de márquetin.


¿Dónde suele veranear?

Me gusta mucho el mar y en verano siempre procuro pasar unos días en la playa. Pero también subo siempre al Pirineo aragonés, aunque solo sea algún fin de semana, y aprovecho siempre para viajar por Europa. Todos los veranos viajo por Europa y, si puedo y me dejan, lo hago relajadamente en tren.


¿Sus canciones, sus películas y sus libros del verano?

Durante muchos años, cuando estaba en Zaragoza en verano, me he visto ciclos enteros en la Filmoteca y ese era mi destino favorito por las noches. He sido muy cinéfila. Las canciones del verano son las que elegimos cada verano para llevar en el coche en nuestros viajes, pero soy muy clásica en esto: Bob Dylan, Edith Piaf, Amaral, Carmen París, Los Beatles... Libros del verano tengo muchos, porque es cuando de verdad tengo tiempo para leer. Recuerdo veranos leyendo libros inolvidables: ‘Últimas tardes con Teresa’ de Marsé, ‘La montaña mágica’ de Thomas Mann, ‘La fiesta del Chivo’ de Vargas Llosa, ‘La conjura de los necios’ de John Kenneth Toole, ‘La vida exagerada de Martín Romaña’ de Bryce Echenique... Tengo que confesar que cuento con un excelente asesor en casa.


¿Cuáles serían los viajes y las ciudades de su vida?

Las ciudades a las que más he viajado y en las que he pasado más tiempo son París, Londres, Viena y Roma. A mí me gusta sobre todo la vieja Europa y nunca me canso de visitarla. Aunque mis viajes más impactantes son los que hice a Egipto y a la Rusia soviética hace más de 25 años.


¿Cómo planifica los viajes, qué necesita y qué hay imprescindible en su mochila? ¿Qué significa para usted viajar?

Disfruto planificando y organizando los viajes. Casi tanto como haciéndolos. Viajar es aprender cada día y me gusta mucho conocer culturas nuevas.


Hablemos de la infancia, de la adolescencia. ¿Cuáles serían tus mejores recuerdos de aquella Zaragoza de los 60?

Los veranos de mi infancia están ligados a la Costa Brava. Allí viajábamos cada año y con mis primos recorríamos muchos pueblos de la costa. También subíamos a Jaca y hacía muchas excursiones por el Pirineo Aragonés en un viejo seiscientos que a mí, en aquel momento, me parecía todo un cochazo.


¿Cómo es su menú de un día perfecto?

Desayunar frente al mar leyendo la prensa y pasar el día acompañada de mi familia, de buenos amigos y de buenos libros. Y por la noche cenar en algún restaurante simpático y tirando a castizo.


¿Cómo recuerda la primera vez?

Mi primera vez fue poco íntima, pues estuve acompañada de 400 ojos que observaban todos mis movimientos. Tenía 22 años y era mi primera clase en la Universidad.


¿Cuál ha sido el gran personaje, real o imaginario, de tus veranos?

Mi padre, que trabajó siempre mucho para que nunca me faltaran unas vacaciones inolvidables.


¿Cuál es su impresión de la crisis? ¿Qué imagen la resume mejor? 

Yo creo que la situación es peor de la esperada. Llevamos un lustro esperando que la situación revierta, pero no es así. Parece que todavía nos faltan uno o dos años más. La imagen, por tanto, es de pesimismo. Lo más importante sería reducir las cifras de paro y dar salida a tantos jóvenes que se encuentran absolutamente desorientados. Han realizado estudios de Grado, Máster,

hablan idiomas, y se encuentran con contratos basura. Esos los que tienen la “suerte” de tener uno. Hace falta tomar medidas que estimulen el consumo y apoyar a las empresas favoreciendo el crédito. Y no hablemos de la Universidad, algo que conozco de primera mano. Se necesita una apuesta fuerte por seguir financiando a los grupos de investigación, porque si no nos encontraremos dentro de muy poco tiempo con una situación dramática.


¿Cómo se explica que un tesorero como Bárcenas desvíe más de 40 millones de euros? ¿Es posible hacerlo y que nadie se dé cuenta?

Bárcenas representa lo peor de la política en estos últimos tiempos: el dinero fácil, la sensación de impunidad durante mucho tiempo, la ausencia de escrúpulos y de ideología. Pero deseamos creer en la política y en los políticos, más que nada porque son imprescindibles para el funcionamiento de la democracia. Y éste es el mejor sistema conocido. Por eso gentes como Bárcenas hacen un daño enorme al sistema, que cae en el descrédito general por culpa suya y de quienes han actuado como él. Pero yo creo que la inmensa mayoría de los políticos son gente honrada que merecen respeto y consideración.


¿La mejor anécdota vinculada a su profesión?

La primera vez que fui a impartir un curso de verano a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, como era tan joven y tenía un coche tan viejo, el guardia de abajo, o sea el de la verja que autorizaba la entrada al recinto, no se fió de lo que le dije y tuvo que llamar al palacio de la Magdalena para consultar si efectivamente yo estaba alojada allí e iba a participar como profesora en el curso que le decía. Una vez resuelto el malentendido, subí toda orgullosa con mi viejo 1430.